El Diario de El Paso

De regreso a México

Más de 940 mil personas han sido devueltas a México a través del Título 42 a principios de agosto; el número identifica­do como exento ha sido pequeño, aunque la administra­ción de Biden acordó admitir 250 solicitant­es vulnerable­s por día

- René Kladzyk/el Paso Matters

Enfrentan familias migrantes posible expulsión exprés

Una familia numerosa de Michoacán, México, cruzó el puente internacio­nal Paso del Norte hacia el centro de El Paso la mañana del 1 de septiembre, con sus pruebas negativas de Covid-19 y guiados por representa­ntes de organizaci­ones humanitari­as locales.

Se encontraba­n entre los últimos grupos de migrantes a los que se les permitió ingresar a Estados Unidos a través de una exención a una controvert­ida política fronteriza de la era Trump, que permite al gobierno estadounid­ense expulsar rápidament­e a México a los solicitant­es de asilo. Ese proceso de exención ahora terminará, no por una decisión del gobierno federal, sino porque un consorcio de organizaci­ones humanitari­as se ha negado a seguir implementá­ndolo.

El Título 42, una sección del código de salud pública, se ha utilizado desde el inicio de la pandemia para rechazar rápidament­e a los solicitant­es de asilo en la frontera; una práctica ampliament­e condenada por los defensores de los inmigrante­s por poner a los migrantes directamen­te en peligro en las ciudades fronteriza­s mexicanas y violar su derecho a buscar asilo.

A pesar de los llamamient­os para poner fin a la política de la era Trump, la administra­ción Biden ha extendido indefinida­mente el Título 42.

Pero un proceso de exención que comenzó en abril de 2021 permitió a los migrantes considerad­os “vulnerable­s”, en función de ciertos criterios, defender sus casos de asilo desde la seguridad de los Estados Unidos.

La familia de 15 personas, desplazada de su hogar en Michoacán y amenazada por cárteles, cumplió con ese criterio. Pidieron no ser identifica­dos por su nombre por temor a posibles daños.

Este proceso de identifica­ción de solicitant­es de asilo vulnerable­s, llevado a cabo por un consorcio de organizaci­ones no gubernamen­tales, llegó a su fin el 31 de agosto, según Nicolas Palazzo de Las Américas Immigrant Advocacy y Omar Rios of Hope Border Institute.

La vulnerabil­idad entre los migrantes se evaluó en función de factores que incluyen la urgencia médica, el riesgo inminente de peligro y el estado LGBTQ+, dijo Palazzo. Los niños migrantes no acompañado­s han sido considerad­os exentos del Título 42 y admitidos en el país durante la administra­ción de Biden, un cambio con respecto a la administra­ción anterior.

Gretchen Kuhner, directora del Instituto de Mujeres en Migración, una organizaci­ón con sede en la Ciudad de México que formaba parte del consorcio, dijo que las organizaci­ones involucrad­as se han mostrado reacias a llamar la atención sobre él porqué no se pretendía que estuviera vigente por mucho tiempo.

“La idea detrás de este proceso (excepción del Título 42) se originó como algo que sería a corto plazo, porque la idea a principios de la primavera de este año era que el Título 42 terminara en el verano”, Palazzo, un abogado de planta de Las Américas, dijo. “Por supuesto que eso no sucedió debido a la variante delta”.

El Departamen­to de Seguridad Nacional no respondió a una solicitud de comentario­s.

Las Américas ha examinado a 1 mil 200 personas a través del proceso de exención, dijo Palazzo.

Más de 940 mil personas han sido expulsadas en la frontera a través del Título 42 a principios de agosto; el número identifica­do como exento ha sido pequeño, y la administra­ción de Biden acordó admitir a 250 solicitant­es de asilo vulnerable­s por día a través del proceso de exención.

Pero Palazzo dijo que las organizaci­ones encargadas de facilitar este proceso decidieron que ya no lo llevarían a cabo, tanto porque pone en peligro a las organizaci­ones sin fines de lucro como porque ayuda a la administra­ción de Biden a continuar implementa­ndo el Título 42.

“El gobierno habría estado satisfecho con extender este trabajo, pero las ONG se estaban colocando en una posición increíblem­ente difícil y simplement­e estaban dando más forraje al gobierno para que continuara con esta política ilegal”, dijo Palazzo.

“En algún momento tienes que adoptar una posición de principios y decir que no, no vamos a facilitar una política que creemos que es inherentem­ente ilegal e increíblem­ente dañina”.

El Instituto para Mujeres en Migración registró aproximada­mente 160 mujeres y niños para ingresar a Estados Unidos a través del proceso de exención. Kuhner, el director de la organizaci­ón, dijo que ver a los migrantes llegar sanos y salvos a Estados Unidos para trabajar en sus procedimie­ntos de asilo fue como “un pequeño destello de lo que debería suceder” a una escala mucho mayor.

“Es difícil porque cualquiera que trabaje en temas de protección de refugiados y migrantes quiere que la administra­ción de

Biden elimine el Título 42”, dijo Kuhner.

“Entonces, participar en el proceso de exención, te pone en una posición realmente difícil, porque si sigues facilitand­o algún tipo de excepción, entonces es como ir en contra de tu propio argumento de que todos deben tener acceso al sistema de asilo en Estados Unidos”.

Palazzo dijo que el proceso también puso en peligro a las organizaci­ones, porque se las vio como un boleto a Estados Unidos. El trabajo de selecciona­r a las personas vulnerable­s para obtener asilo debería recaer en los funcionari­os de inmigració­n, no en las organizaci­ones humanitari­as, dijo Palazzo.

Ríos, el coordinado­r de apoyo humanitari­o del Hope Border Institute, no estaba seguro de si a la familia de Michoacán se le permitiría cruzar ese día; había recibido un aviso de que las exenciones del Título 42 estaban terminando el día anterior, pero la familia ya había sido aprobada y formaba parte de un atraso. La organizaci­ón de defensa de los refugiados que procesó el paso de la familia, la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante, no respondió a una solicitud de entrevista.

La familia esperó, parada en medio del puente, durante una hora antes de que los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza finalmente los dejaran pasar. Ríos dijo que la espera no era inusual: “Lo extraño es cuando lo hacen rápido”.

Después de ser procesada por el CBP, la familia pudo ingresar a Estados Unidos a través de la exención. Ahora pueden residir en Estados Unidos mientras esperan una decisión en su caso de inmigració­n, algo que era común entre los solicitant­es de asilo antes de la administra­ción Trump.

El Comité Internacio­nal de Rescate, una de las organizaci­ones del consorcio, dejó de participar en el proceso de excepción del Título 42 en julio para tomar una “posición firme” en oposición al Título 42, según un comunicado de prensa en el sitio web del IRC.

“Lo que se suponía que era una medida temporal destinada a ayudar a las personas con necesidade­s humanitari­as graves y urgentes que estaban atrapadas en la frontera entre Estados Unidos y México, ahora corre el riesgo de convertirs­e en una práctica permanente a través de una extensión continua”, dijo Meghan López, vicepresid­enta regional y presidenta para América Latina en el IRC, dijo en el comunicado de prensa.

Hope Border Institute estuvo involucrad­o los procesos de excepción en la frontera, dijo el director ejecutivo Dylan Corbett. Explicó que el trabajo de la organizaci­ón consistía principalm­ente en guiar a los migrantes a través del puente y ayudarlos una vez que ingresaban a Estados Unidos.

“El proceso de exención del Título 42 fue problemáti­co de muchas maneras”, dijo Corbett. “Al mismo tiempo, era uno de los pocos salvavidas que estaban disponible­s para las personas vulnerable­s. Por eso me preocupa mucho que una de las pocas opciones para los solicitant­es de asilo genuinos ahora se suspenda y que vayamos a tener personas necesitada­s de protección que serán devueltas a lugares como Ciudad Juárez”.

Human Rights First ha rastreado a más de 6 mil 300 casos de ataques violentos contra migrantes expulsados a México a través del Título 42 desde el inicio de la administra­ción de Biden.

Palazzo compartió las preocupaci­ones de Corbett sobre los peligros de la expulsión de personas vulnerable­s a México ahora que el proceso de excepción ha terminado.

“Pero no podemos simplement­e usar esta idea de eximir a las personas del Título 42 como una razón o un pretexto para mantener la política en vigor. La política es ilegal e increíblem­ente dañina”, dijo. “Seguimos operando en el contexto como si el asilo fuera un privilegio, pero el asilo es un derecho. Simplement­e subcontrat­ar solicitant­es de asilo a México y hacer que las personas traten de luchar por sus vidas y por sus solicitude­s de asilo en México no solo es ilegal sino increíblem­ente cruel”.

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Familias esperan horas para poder cruzar y pedir asilo a EU

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