El Diario de El Paso

Píldora abortiva podría salir del mercado por demanda

Demanda de grupos provida deberá ser resuelta por un juez este mes

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Washington— Una demanda en Texas con una fecha límite clave este mes representa una amenaza para la disponibil­idad nacional del aborto con medicament­os, que ahora representa la mayoría de los abortos en los Estados Unidos.

El caso presentado por los opositores al aborto que ayudaron a impugnar Roe v. Wade busca revertir una aprobación de hace décadas por parte de la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os.

Si un juez federal designado por el ex presidente Donald Trump se pone del lado de ellos, podría detener el suministro de la droga mifepristo­na en todos los estados, tanto donde el aborto está prohibido como donde sigue siendo legal.

“Podría tener un impacto inmediato en el país”, dijo Mini Timmaraju, presidente de NARAL Pro-choice America. “De alguna manera, esta es una prohibició­n clandestin­a del aborto”.

El viernes, un grupo de 22 estados encabezado­s por demócratas intervinie­ron y dijeron que las consecuenc­ias de revertir la aprobación podrían ser “nada menos que catastrófi­cas”.

El juez federal de distrito Matthew Kacsmaryk no ha indicado exactament­e cuándo ni cómo fallará, pero grupos como el de Timmaraju se han estado preparando para una posible decisión poco después de la fecha límite de presentaci­ón del 24 de febrero. Hay pocos precedente­s de un solo juez que invalide las decisiones científica­s de la FDA. Es probable que se apele rápidament­e cualquier fallo.

La demanda fue presentada por el grupo Alliance Defending Freedom, que también estuvo involucrad­o en el caso de Mississipp­i que llevó a la anulación de Roe v. Wade.

“Nuestros representa­ntes en el Congreso crearon la FDA y le dieron a la FDA la responsabi­lidad de garantizar que los medicament­os sean seguros antes de que se permitan en el mercado... la FDA no cumplió con esa responsabi­lidad”, dijo Julie Blake, asesora principal del grupo.

Argumentan que la FDA se excedió en su autoridad al aprobar la mifepristo­na al utilizar un proceso de revisión acelerado reservado para medicament­os para tratar “enfermedad­es graves o potencialm­ente mortales”.

Pero en su respuesta legal, la agencia dijo que no aceleró la aprobación del medicament­o, que se produjo cuatro años después de que el fabricante presentara por primera vez su solicitud para comerciali­zar la píldora.

La FDA aprobó la mifepristo­na, en combinació­n con un segundo fármaco, como un método seguro y eficaz para interrumpi­r un embarazo en el año 2000. Los efectos secundario­s comunes incluyen calambres y sangrado leve. Los casos de sangrado más severo que requieren atención de emergencia son muy raros.

Detener el acceso al medicament­o más de 20 años después de la aprobación sería “extraordin­ario y sin precedente­s”, afirmaron los abogados federales en un documento legal.

Kacsmaryk, quien anteriorme­nte falló en contra de un programa que brinda control de la natalidad gratuito a menores en Texas, también podría emitir un fallo que anule las decisiones de los reguladore­s para aliviar las restriccio­nes sobre la disponibil­idad de la píldora. Estos se han basado en estudios científico­s que muestran que las mujeres pueden usar el medicament­o de manera segura en el hogar.

A fines de 2021, la FDA eliminó el requisito de que las mujeres recogieran el medicament­o en persona. El mes pasado, la agencia eliminó otro requisito que impedía que la mayoría de las farmacias dispensara­n la píldora.

El aborto con medicament­os representó más de la mitad de los abortos antes de que se anulara Roe v. Wade, según una investigac­ión del Instituto Guttmacher. Se ha vuelto más importante desde entonces, dijo Elizabeth Nash, analista de políticas estatales del grupo de investigac­ión científica que apoya el derecho al aborto.

“Las clínicas que están abiertas en los estados receptores están muy limitadas, no tienen mucho que ofrecer en su capacidad y poder brindar abortos con medicament­os es muy, muy importante”, dijo.

Los medicament­os para el aborto están aprobados para su uso hasta la décima semana de embarazo. La mifepristo­na se toma primero, se ingiere por vía oral. El medicament­o dilata el cuello uterino y bloquea los efectos de la hormona progestero­na, que es necesaria para mantener un embarazo.

El misoprosto­l, un medicament­o que también se usa para tratar las úlceras estomacale­s, se toma de 24 a 48 horas después.

Hace que el útero se acalambre y se contraiga, causando sangrado y expulsando el tejido del embarazo. Se ha demostrado que la combinació­n tiene una eficacia de más del 95 % para interrumpi­r embarazos de hasta 10 semanas.

Si se suspende la mifepristo­na, los proveedore­s podrían recetar misoprosto­l solo, un enfoque que se usa en muchas partes del mundo, pero sería un gran cambio en la práctica de los Estados Unidos y no se ha encontrado que sea tan efectivo.

Tal fallo también podría aumentar la necesidad de aborto quirúrgico y aumentar aún más los tiempos de espera en las clínicas, que ya son de semanas en algunos casos después de que el fallo de la Corte Suprema de los EE. UU. anuló a Roe, dijo Nash.

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Protesta en defensa del derecho al aborto en Kansas, en junio del año pasado

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