En las calles se vivió otro debate
Trabajadores y activistas pidieron mejores salarios, mientras simpatizantes de Trump y Clinton tuvieron sus roces
Edwin Martínez
edwin.martinez@eldiariony.com En los alrededores de la Universidad Hofstra de Long Island, donde anoche se realizó el primer debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump, se convirtieron en escenario de otros debates entre simpatizantes de los dos candidatos.
Cientos de trabajadores y activistas, en su mayoría latinos y afroamericanos, hicieron un rally con el que exigieron el aumento del salario mínimo a $15 en toda la nación, sea quien sea el ganador en la lucha por la Casa Blanca en noviembre.
“Es hora de que en este país traten con respeto a los trabajadores y el salario lo suban a 15 dólares, pues así podríamos tener mejores condiciones de vida”, aseguró la peruana Corina Aybar, mientras sostenía un cartel a favor de su petición. “Mejor que gane Hillary porque el otro señor es un racista, pero si gana él, también tiene que escucharnos”.
Asimismo la salvadoreña Rosy Rivera, madre de tres hijos y empleada de un McDonalds, aseguró abiertamente que espera que Trump no sea el próximo mandatario de Estados Unidos, pues de llegar a Washington, el país se vendría a pique.
“El salario tiene que ser aumentado ya, pero si gana Trump, eso no va a pasar”, comentó, mientras un hombre con carteles alegóricos al poder de Trump en defensa de los “valores norteamericanos”, se quitó la camisa gritando a todo pulmón que hasta Hillary debía votar por el magnate.
El colombiano William Vallejo, estudiante de leyes en la Universidad de Hofstra, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía apenas tres años, hizo un llamado a los votantes para que respalden a Clinton, no ' presidencia, sino porque ella nominará a un buen magistrado de la Corte Suprema.
“Eso es lo que tenemos que entender, que aquí lo más importante que está en juego es la designación del nuevo juez, porque ese juez va a estar por muchos años no solo durante un gobierno, decidiendo sobre temas trascendentales para el país”, dijo, al tiempo que recalcó que si en el debate Clinton apelaba a los electores con tino, será la nueva presidenta, pero si no lo logra le estaría dando más ventaja al candidato republicano .
La joven Silvia Monroy, de origen mexicano y estudian- te de un pregrado de artes librerales, comentó que aunque respeta a los simpatizantes de Trump, ve en ellos mucho desconocimiento del país.
“Muchos no han entendido la gravedad de las palabras de Trump y de sus ideas y eso me preocupa”, dijo.
Junto a ellos el joven Alex Mirsky, quien vestía una camiseta con la frase “Donald Trump: finalmente alguien con (pantalones)”, defendió a su candidato basado en su visión política.
“Trump quiere bajar los impuestos para todos y es un cambio, mientras que Hillary no ha hecho nada en 20 años en el Gobierno”, dijo, agregando que en el tema migratorio no comparte mucho la posición de Trump. “No sé cómo él va a deportar a 11 millones de personas y aunque lo critican en ese tema, Obama deportó a millones en su gobierno. Creo que se debe permitir que los Buenos se queden y los criminales se vayan”.