Entrenador de los Jets pierde la compostura
Redacción de El Diario
Algunos de los pases del quarterback de los Jets, Ryan Fitzpatrick, el domingo en Kansas City fueron muy forzados, terminando en manos enemigas tras algún rebote. Otros fueron simplemente pases malos, con mala puntería, dirigidos a los jugadores del equipo rival. Y en algunos envíos más sus receptores fallaron en atrapar o al menos tratar de evitar que fueron interceptados, como cuando los Jets estaban en la yarda 6 de los Chiefs y con la oportunidad de acercarse a un touchdown a la mitad del cuarto periodo.
Así fue la tarde de Fitzpatrick, quien acabó con seis pases interceptados en la derrota de Nueva York por 24-3.
Pero su entrenador, Todd Bowles, evitó señalar a su mariscal de cam- po como el culpable del segundo tropiezo del equipo en 2016.
“No fueron solo los balones perdidos, no jugamos bien en ningún aspecto y nos dieron una patada en el trasero”, dijo Bowles, quien luego dejó atrás su seriedad y frialdad en una explosión de furia, al emplear palabras altisonantes.
“No fue solo Ryan (Fitzpatrick). Puedo nombrar a muchos y puedo empezar por los coaches también. Fue un plan de juego (...), una ejecución (...), y todo fue (...)”.
Los siguientes tres juegos de los Jets serán contra equipos que son contendientes: primero Seattle, luego en Pittsburgh y en Arizona.
Bowles, más calmado, indicó: “Tenemos que reagruparnos. Somos un equipo y vamos a estar juntos por un buen tiempo este año. Tenenos que reagruparnos y volver a trabajar”.