“La paz no existe”
Así vive un exguerrillero 20 años después del final de la guerra civil
Esteban Biba/EFE
Con el susurro atronador de los fusiles tatuado en la memoria, Raymundo Galiegos, un exguerrillero de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) de Guatemala al que la guerra dejó casi sordo, ha levantado un nuevo mañana, lejos de las armas, en el que el único ruido es el de su azada.
En Nuevo Horizonte, una remota aldea de Petén ubicada a más de 400 kilómetros al norte de la capital, los excombatientes han levantado a lo largo de casi 20 años de la cooperativa agrícola fundada pocos meses después de la desmovilización.
Sin títulos de propiedad sus miembros, 483 personas ponen en práctica un modelo igualitario de desarrollo.
“Mi padre era campesino y no teníamos tierras para trabajar. Desde pequeño entendí la desigualdad que hay en Guatemala, por eso tomé las armas”, recuerda Raymundo, un hombre casi sexagenario que se unió a la guerrilla con > %
Aunque no vencieron, dos décadas después los exguerrilleros de Nuevo Horizonte, al menos, tienen proyectos de ganadería, acuicultura y agricultura sostenibles de - táreas que poseen.
Y es que 20 años después “la lucha es formar una conciencia colectiva sin armas”, agrega mientras rema por la laguna en donde alimenta a los peces.
Muchos en Nuevo Horizonte, un proyecto pionero lejos del silencio que rodea una época oscura en la que hubo más de 240.000 víctimas.
“Hay cosas que funcionan y otras que no. La ganadería y la acuicultura están bien, pero hay otras cosas en las que nos ha ido mal”, reconoce Jesús Martínez, un hombre de 40 años que se atreve a ser autocrítico y a hacer balance con la voz en alto para apuntar a los culpables.
En su opi nión, el i ntervencionismo de la Cámara de Industria Guatemalteca y Estados Unidos no han permitido el desarrollo del país centroamericano.
Hoy, 20 años después de la ? que en Guatemala no han funcionado los acuerdos: “¿De qué tipo de paz hablamos? paz no solo es ir a dormir tranquilo por la noche. La paz es tener la certeza de que cada día tendrás trabajo y podrás dar alimento y educación a tus hijos”.
Guatemala”.. Pero esta paz –concluye–, “no existe en