Ciudades Santuario
No hay que esconderse sino organizarnos para la lucha.
más iglesias dicen que piensan seguir al ejemplo de la iglesia que me proporcionó la protección de su santuario hace diez años.
Existe bastante temor entre los 11 millones de indocumentados, y entre nuestros familiares. Aun así, la lucha de los últimos dos decenios nos debe haber preparado bien para vivir en países extranjeros. Mientras que nosotros tenemos nuestros propios temores y preocupaciones, hay muchos aquí que encaran con otras formas de injusticia.
De veras que hemos logrado mucho desde el 11 de septiembre de 2001 cuando nos parecía que la nación nos miraba con recelos y sospechas. Si bien es cierto que Trump haya ganado las ultimas elecciones, también es el caso que más votantes votaron en contra de su mensaje de odio que a favor de él. No estamos solos y no debemos actuar como si fuéramos solos.
Tenemos la potencial de organizar un movimiento de solidaridad desde las bases sociales, comenzando con las comunidades donde actualmente vivimos. El santuario no debe verse como un lugar donde esconderse, sino para organizar y vincular nuestras luchas con las de otra gente.
¡Que esto sea un tiempo de posada, cuando todas y todos escuchamos a todos y todas, y cuando nos tratamos mutuamente con respeto y solidaridad.