Delito de hace 14 años casi le cuesta la deportación
El dominicano Rafael Rodríguez recibió libertad bajo fianza, pero sigue enfrentando un juicio en la Corte de Inmigración de Manhattan
Camille Padilla Dalmau
Camille.padilla@eldiariony.com
Luego de estar detenido por casi un año enfrentando un proceso de deportación, Rafael Rodríguez volverá pronto a su hogar gracias al fallo que emitió ayer una jueza de la Corte de Inmigración de Manhattan, que decidió otorgarle sigue su caso.
Afuera de la corte, en la calle Varick, los familiares y miembros de la organización Se Hace Camino Nueva York (MTRNY) celebraron con jú padre dominicano mientras declaraban que “si se puede con respeto y dignidad”.
“Yo estoy en las nubes”, dijo con alegría Marlenis de los Santos, su prometida y madre del hijo menor del detenido. La pareja tenía pautado casarse en la primavera del 2016, pero su arresto atrasó los planes. De los Santos y los tres hijos de Rodríguez son ciudadanos estadounidenses.
En la corte también estaba presente su ex esposa y madre de sus hijos mayores, Eris Cepeda, que describió a Rodríguez como “una persona digna, justa y de respeto”.
El pasado lo persigue
El caso que ha puesto a Rodríguez a las puertas de la deportación se remonta a 14 años atrás, cuando fue convicto por un delito no violento: posesión de drogas. En ese entonces, por no hablar inglés y al no tener representación legal, el padre de tres se declaró culpable aunque no había drogas o evidencia para incriminarlo. Fue condenado a libertad condicional por cinco años.
Por esa convicción, en febrero del 2016 fue detenido por ‘La Migra’ cuando iba camino al trabajo, y desde entonces ha estado detenido y enfrentando un juicio de deportación.
Y a pesar que habían pa de Inmigración y Aduanas (ICE) recibió referencias de la Policía de Long Island para hacer el arresto del inmigrante indocumentado por tener récord criminal.
“A muchos inmigrantes se les va a tratar de deportar así como a Rafael por delitos menores, por delitos que no son un peligro a la comunidad o delitos antiguos”, dijo Walter Barrientos, organizador con MTRNY de Long Island.
Barrientos dijo que la Po- licía local en Long Island frecuentemente da referencias a las autoridades de ICE. “Tenemos que luchar cada uno de estos casos porque cada uno fortalece la habilidad del Gobierno de seguir deportando a los inmigrantes por faltas muy pequeñas y bajo la etiqueta de que son criminales”, añadió el activista.
Al salir de la audiencia en la corte, la abogada del dominicano, María Romani, in- dicó que la jueza mencionó varias veces la importancia de ver una sala llena de personas apoyando a Rodríguez.
“Creo que tener el apoyo de la comunidad hizo hoy una gran diferencia en este caso”, dijo Romani, agregando que comenzó a trabajar en el caso en la primavera con el Brooklyn Defenders, una organización que ofrece servicios legales gratuitos.
La jueza le impuso a Rodrí de $20,000. Y aunque para el inmigrante es mucho, su abogada aseguró que será más fácil litigar con su cliente estando en libertad ya que tendrá más acceso a los documentos de corte.
Romani concluyó describiendo que durante la audiencia Rodríguez estuvo muy conmovido y llorando por el gran apoyo que recibió. “[Rafael] dijo que quisiera tener - gos para abrazar a todos a la misma vez”.