OBAMACARE EN EL QUIRÓFANO E
l desmantelamiento de la Ley de Salud Asequible (Obamacare) ya comenzó en el Congreso. Hay un apuro entre los republicanos para eliminar los impuestos que tura médica de 20 millones de estadounidenses, sin saber cómo será su reemplazo.
El Senado ya dio el primer paso y se anticipa que la Cámara Baja tome el suyo hoy. La meta es aprovechar un proceso presupuestal que le permitirá anular el Obamacare sin tener que ser una ley. O sea que no necesitará 60 votos en la Cámara Alta, como sí lo requerirá la ley que lo reemplace.
Todavía no se sabe cómo será el sustituto de la ley de salud, cuándo podrá ser aprobado y mucho menos cuándo entrará en función. Sin embargo, hay una urgencia por eliminarla a toda costa porque esto significará un importante recorte de gravámenes a los más pudientes.
Los republicanos llevan un largo tiempo queriendo eliminar la reforma de cobertura médica. Donald Trump adoptó ese estandarte durante la campaña presidencial. Ahora ambos no se ponen de acuerdo de cuándo presentar la alternativa, aunque ni siquiera hay una coincidencia entre lo que Trump, la Cámara y el Senado quieren. Esta incertidumbre cuesta dinero e inquieta a la industria de la salud.
No es realista la idea de que la ley pueda ser reemplazada por un sistema que reduzca costos, agregue opciones, no toque impuestos y garantice la misma cobertura.
El único acuerdo entre los republicanos hoy es la falacia del derrumbamiento de Obamacare, porque el programa solo necesita retoques. Pero alguna manera de por qué quieren eliminar la cobertura a los trabajadores pobres y a las minorías para dar más dinero a los ricos.•