Donald Trump:
Bajo una leve lluvia y con un baño de multitudes, Donald J. Trump prestó juramento ayer como el 45 presidente de EEUU, con promesas de reconstruir la nación y “sanar las divisiones”.
“El desangramiento estadounidense termina aquí”, dijo Trump tras prestar juramento, en un discurso breve pero con alto contenido nacionalista, en el que retomó los temas que lo acompañaron en la campaña.
Con el “desangramiento” se refería al declive de los estadounidenses que, según Trump, ha ocurrido por culpa de la pérdida de riqueza y empleos, el crimen en zonas urbanas y un gobierno que se ha olvidado del pueblo.
“Ustedes jamás volverán a ser ignorados… EEUU es su país”, prometió Trump ante
«Vamos a hacer Estados Unidos fuerte de nuevo, lo vamos a hacer rico, orgulloso, seguro y, juntos, lo vamos a hacer grande de nuevo».
una multitud menor que lo acostumbrado, pero ante la que reiteró que EEUU “comenzará a ganar de nuevo”, recuperando empleos, la seguridad fronteriza, y “nuestros sueños”.
Momentos antes, el vicepresidente, Mike Pence, tomó juramento con la Biblia de la familia Reagan, en un acto presidido por el juez afroamericano del Tribunal Supremo, Clarence Thomas.
La ceremonia contó con la participación de los exmandatarios Jimmy Carter, George W. Bush, y Bill Clinton, y sus respectivas esposas; líderes
Hillary Clinton presente
Trump agradeció la ayuda de los Obama en el período de transición pero nunca mencionó por nombre a Hillary Clinton, su exrival en la contienda y quien le ganó en el voto popular con una ventaja de tres millones de votos el pasado 8 de noviembre.
Clinton estuvo sentada a unos cuantos pasos de Trump cuando él, en vez de ella, prestó juramento sobre la Biblia de Lincoln. Después de la ceremonia, ambos se dieron la mano y Trump le agradeció el haber asistido, algo que no fue nada fácil para Clinton, debido a la acritud de la contienda.
Mar de gorras rojas
Decenas de miles de los asistentes llegaron desde la ma-
Trump es felicitado por sus hijos y su esposa.
drugada a los predios del Capitolio, que estaba dividido en secciones de distintos colores como medida de control.
Muchos llegaron enfundados con ponchos para protegerse de la leve lluvia intermitente, y luciendo gorras rojas o blancas con el eslogan de la campaña presidencial de Trump, “Make America Great Again” (algo así recuperar la
grandeza de EEUU).
“Trump no es racista”
L a c e r e mon i a , e n l a q ue Trump nuevamente prometió ser presidente de todos los estadounidenses e instó a “redescubrir la lealtad” entre unos y otros, contrastó con la escasa participación de afroamericanos, latinos y otras minorías.
Sin embargo, algunos de los presentes, que viajaron desde varios estados de la costa que, a su juicio, Trump no es “racista” ni “anti-inmigrante”.
“Confío en que Trump va a defender a los no nacidos… también creo que no es racista o anti-inmigrante, ha hablado de combatir la inmigración ilegal y proteger las fronteras“, dijo Giacomo Capoverdi, un sacerdote católico de Providence (Rhode Island).
Por su parte la puertorriqueña, Jackie Lebrón viajó con sus amigas desde Florida, y dijo que votó por Trump porque cree que él sí podrá “porque él quiere lo mejor para el país”.
“Me encantó el discurso porque nos trató a todos por igual, me encantó cuando dijo que no importa nuestra raza, todos sangramos la sangre de patriotas… todos los países señaló.. tienen sus reglas y EEUU no puede ser una excepción”,