Años venideros
Hay que estar preparados para lo que viene.
ron reemplazadas por pancartas profesionalmente fabricadas, todas idénticas. Muchos empleados de esas organizaciones eran de nuestra gente y experimentaban las mismas injusticias. Pero en momentos decisivos exhibieron una tendencia de aceptar términos medios.
Podemos aprender de esta próx i ma generación pero también debemos enseñarles lo que hemos aprendido. El movimiento no es una carrera profesional. Es un compromiso, una vocación que exige a su gente separar tiempo de sus trabajos, de sus escuelas, de sus familias para lograr la unidad.
Es una vocación para las masas no una profesión para unos cuantos. Podemos pasar lo que hemos aprendido a la próxima generación, pero lo que más importa es enseñar que la lucha para defender nuestra comunidad ha de ser una lucha de gente común y corriente, gente que se solidarizan en la lucha a la vez que luchan para sobrevivir.
Personas que encuentran puestos en organizaciones con fondos pueden ayudarnos mucho como vamos preparando nuestra defensa y nuestra resistencia, pero nosotros tenemos que depender de nuestros propios esfuerzos para poder sobrevivir en los años duros que vienen. El movimiento requiere que mucha gente y no unos cuantos individuos se comprometan.