Sarah Pierce
La escasa claridad en las órdenes ejecutivas migratorias no sólo ha generado alarma en la comunidad inmigrante sino que la “revisión extrema” que quiere la Administración Trump al resto de los v isitantes ext ra njeros podría perjudicar al turismo en EEUU, según expertos.
Según encuestas de Gallup, CNN, y CBS, la mayoría de la opinión pública ha expresado preocupación o rechazo de las órdenes ejecutivas, en particular la prohibición del ingreso de inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, pero el presidente Donald Trump desvirtuó ayer los sondeos como “noticias falsas”.
“Lo siento, la gente quiere seguridad fronteriza y revisión extrema” de los inmigrantes, argumentó Trump.
El problema, según expertos consultados ayer por este diario, es que, tal como están escritas, el conjunto de órdenes ejecutivas no solo da más campo de maniobra a los agentes de Inmigración sino que también podría desalentar el lucrativo sector de turismo.
“La vaguedad del presidente Trump sobre su política migratoria demuestra, en parte, promesa de campaña en una política. Pero la confusión que está creando su política también tiene el potencial de ayudarle, al seguir alimentando a su base”, que “satanizará” a los detractores de las restricciones, explicó Heather R ic hardson, profesora de Historia de Boston College.
Seg ún R ic ha rdson, esa imprecisión también genera críticas ante el principio general de que en EEUU no se discrimina con base a las creencias religiosas, y que “siempre hemos sido una nación de inmigrantes”.
Más poderes para los agentes
Una de las órdenes ejecutivas no establece una lista de prioridades para la deportación –como lo hizo la Administración Obama en noviembre de 2014- por lo que, además de personas con antecedentes criminales, los agentes federales podrían expulsar a cualquier inmigrante indocumentado.
La meta sería, sin duda, una “máquina de deportación” a todo vapor ya que, según un memorando interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), los agentes podrían expandir y agilizar las deportaciones sin la intervención de los tribunales.
“Esta orden ejecutiva crimi- naliza la inmigración, porque cualquiera que haya cometido un delito es prioridad de deportación, incluso entrar ilegalmente a EEUU… deja expuesto a todo el mundo y no tendrán tiempo para procesar” a verdaderos criminales peligrosos, dijo el abogado de Inmigración, José Pertierra.
“La seguridad es un pretexto, un engañabobos, lo que hay es xenofobia y racismo”, advirtió.
Una ley migratoria de 1996 dio luz verde a la llamada “expulsión expedita” (“expedited removal”), con la que agentes de bajo rango pueden agilizar la deportación de inmigrantes indocumentados o que han cometido fraude migratorio. Desde 2004, esa práctica se ha usado contra migrantes arrestados en la frontera, y contra
Analista del MPI los que son detenidos en una periferia de 100 millas en la zona fronteriza con México y en los primeros 14 días de su cruce ilegal, según el “American Immigration Council”.
Impacto en el turismo
La orden ejecutiva contra inmigrantes musulmanes del pasado 27 de enero generó titulares debido al caos y protestas en diversos aeropuertos en EEUU, donde incluso residentes legales e inmigrantes con visas en mano fueron detenidos brevemente.
Pero la “revisión extrema” de inmigrantes también ha provocado críticas porque, según el documento, el gobierno tiene que establecer “una norma y un procedimiento estándar” para la revisión de todo el que desee entrar a EEUU, pero el documento no explica cuál sería esa regla “uniforme”.
“El documento es muy vago, y aunque describe los elementos del proceso, es imposible saber cómo serán implementados. Ya tenemos un intenso proceso de revisión de todo inmigrante y no inmigrante... si esto causa demoras e inconveniencias en los viajes, esto podría reducir el número de visitantes en EEUU”, advirtió Sarah Pierce, analista del Instituto de Política Migratoria (MPI).