“Una tarifa justa nos ayudaría mucho”
Usuarios y activistas protestan por subida de la Metrocard e insisten en subsidio de transporte para personas de bajos recursos
David Ramírez
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Defensores de los usuarios del transporte público instaron ayer al alcalde Bill de Blasio a enmendar la proforma pre 2018, de manera que inclu MetroCard a mitad de precio para los neoyorquinos que viven por debajo de la línea de pobreza.
La Coalición por una Tarifa Justa (Fair Fares Coalition) junto a representantes electos y activistas comunitarios se apostaron frente a la entrada de la estación Barclays Center en Brooklyn, para llamar a las autoridades de la Ciudad a dar cara a la propuesta.
El presupuesto tentativo del Alcalde, revelado en ene - to para la “tarifa justa”, tal como lo venían solicitando los activistas.
La tarifa ha aumentado seis - ciar el sistema de transporte público. El nuevo incremento se aplicará a todos los puentes y túneles de la MTA, Metro-North, Long Island Railroad, el metro y los pasajeros de autobuses.
Ayer entró en efecto la nueva tarifa en el sistema público de transporte de la ciudad y, aunque se mantiene el costo del pasaje básico de una vía en $2.75, la subida afecta a las MetroCard ilimitada de 30 días que de $116 pasa a $122, un incremento de $5; así como el costo de la MetroCard semanal que de $31 sube a $32, justo un $1 más.
“L a C iudad deb e bu s - car financiamiento para el transporte pero sin afectar a la clase trabajadora”, dijo el mexicano Augusto Celaya, un usuario del subway que como trabajador de restaurante se confesó incapaz de cubrir más aumentos.
Una vez que terminó la manifestación los activistas recorrieron la plataforma de la estación e instaron a los usuarios que escribieran notas, las cuales –dijeron– harán llegar luego al Alcalde, como parte de la campaña para alcanzar la “tarifa justa”.
“Las personas pobres no ir a trabajar”, “Las tarifas se elevan, pero nuestros salarios no”, “La clase trabajadora merece un respiro, no - mos una ciudad que vele por sus ciudadanos, no que nos castigue”, fueron entre otras las frases que escribieron los usuarios del subway en pe- queños papeles coloridos.
“Mi esposo y yo luchamos por sobrevivir. Tengo tres hi! " dependen del metro y el autobús para asistir a la escuela. Tengo que presupuestar con mucho cuidado para asegurarme de tener el dinero para asistir a las reuniones de la PTA, a veces incluso reducir las comidas o ir caminando a las citas médicas de mis hijos porque no podemos pagar el tren o el autobús. La aprobación de la tarifa justa podría ayudarnos realmente”, dijo Mónica Martínez, miembro de la organización Riders Alliance de El Bronx.
De acuerdo a la Fair Fares Coalition, aunque el presupuesto preliminar del Alcal para la tarifa justa, el apoyo a la propuesta continúa creciendo entre los miembros del Concejo. Hasta ahora 37 concejales se han comprometido a respaldar la propuesta. La iniciativa es respaldada ade- más por la defensora del pueblo Letitia James, el contralor de la ciudad Scott Stringer y los presidentes de los condados de Brooklyn, Eric Adams; de Manhattan, Gale Brewer; de El Bronx, Rubén Díaz Jr. y de Queens, Melinda Katz.
El concejal Carlos Menchaca denunció que los neoyorquinos de bajos ingresos no pueden pagar las tarifas de tránsito cada vez más altas.
“Otras ciudades ofrecen descuentos de tarifas para los residentes de bajos ingre- sos que más dependen del transporte público. Nueva York también debería hacerlo. El transporte público no cumple su función, si el público no puede pagar la tarifa”, comentó Menchaca.
En enero la MTA votó a favor del incremento. La entidad accedió a mantener la tarifa básica en $2.75, pero resolvió disminuir el bono en la MetroCard y aumentar el costo de los pases mensuales de siete y 30 días, haciendo las tarifas más caras en general. El incremento afecta el presupuesto de los trabajadores pobres, muchos de los cuales ya gastan más del 10% de sus presupuestos familiares en tránsito.
“Tenemos amigos, familias, y vecinos que deben abstenerse a ir en busca de una oportunidad de trabajo, escuela, citas médicas, y más, sólo por el simple hecho de que no pueden comprar una MetroCard”, dijo Ydanis Rodríguez, presidente de la Co- misión de Transporte del Concejo. “Es nuestra obligación proporcionar MetroCards a mitad de precio para los neoyorquinos de bajos ingresos”.
Rodríg uez aseg uró que continuará luchando para que la propuesta “Fair Fares” esté en el presupuesto del 2018, “porque los costos de MetroCard están bloqueando a muchos neoyorquinos”.
E l hondu r e ño A l f on s o Soto desconocía detalles de las nuevas tarifas y se mostró extrañado.
“Había escuchado que se venía, pero no esperaba que fuera tan pronto. Pues comeremos menos, saldremos menos”, dijo Soto.
El concejal Antonio Reynoso dijo de su parte que los neoyorquinos de bajos ingresos ya están luchando con el aumento de los precios de alquiler, comida y otros artículos esenciales.
“El acceso al transporte público es cr ucial para los trabajadores y sus familias,