El Diario

Piden convertir el TPS en residencia legal

- WASHINGTON

EFE

A menos de un año para que expire el Estatus de Protección Temporal (TPS) para inmigrante­s de Honduras, El Salvador y Nicaragua, grupos defensores de inmigrante­s no solo esperan su renovación sino que desean que la Administra­ción del presidente Donald Trump les ofrezca la residencia permanente.

“Nuestra esperanza, lo que nos gustaría ver es que el TPS se convierta en una residencia permanente”, declaró Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrante­s de Los Ángeles (CHIRLA).

Salas argumentó que los beneficiar­ios centroamer­icanos del TPS “han estado, en promedio, durante una década y media con esta protección temporal y es una comunidad que necesita tener residencia permanente, especialme­nte consideran­do que la situación en sus países no ha mejorado”.

Así, al tener en cuenta la política de cumplimien­to más estricta de las leyes de inmigració­n de la administra­ción Trump, la primera meta de la líder activista es luchar para mantener el beneficio.

“En este momento, sin embargo, consideran­do la política tan nefasta y agresiva que hemos visto con respecto a la inmigració­n, lo primero es asegurar que el TPS siga en pie”, aseveró Salas.

Desde el punto legal, el TPS no solo ofrece un permiso de trabajo sino que suspende las órdenes de deportació­n de los beneficiar­ios.

“Si usted tiene una orden de deportació­n, el TPS pone freno a esa deportació­n”, explicó el abogado experto en inmigració­n, Nelson Castillo.

No obstante, esa protección se puede perder si el beneficiar­io “comete un delito grave o dos crímenes menores”, recalcó Castillo.

Al cometer uno de esos delitos, enfatizó el jurista, “usted automática­mente queda fuera del TPS y si tenía una orden de deportació­n anteriorme­nte está haciéndose sujeto de una forma mucho más rápida a que el Gobierno vaya, lo busque y lo saque del país”.

Salas como Castillo coinciden en que no solo el beneficio está vigente sino que es importante renovarlo cuando sea el momento.

El abogado no ve por ahora un riesgo inminente de cancelació­n del programa y, de darse, posiblemen­te el Gobierno lo haría en el momento de vencerse la renovación actual.

Al estar extendido el beneficio para ciudadanos de El Salvador y de Honduras hasta el 9 de marzo de 2018 y los permisos de trabajo hasta el 9 de septiembre de este año, reno- vables hasta marzo de 2018 a solicitud del interesado, los expertos confían en que los plazos se mantendrán.

“Nuestra petición a toda la gente que tiene el TPS es que renueven sus permisos de trabajo”, insistió Salas.

En opinión del abogado, el TPS “no lo van a quitar de la noche a la mañana”.

Explicó que seis meses antes de vencerse el plazo de renovación el Gobierno inicia un análisis de la situación del país beneficiar­io y 60 días antes del vencimient­o anuncia su decisión de renovarlo o no.

“Es decir, probableme­nte en septiembre de 2017 comenzarán a hacer esa evaluación y dos meses antes, digamos enero de 2018, estarán anunciando si van a renovar o no el TPS para personas de Honduras y El Salvador”, detalló.

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ARCHIVO Cerca de 195,000 salvadoreñ­os cuentan con TPS./

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