LA SINRAZÓN DE LA POLÍTICA N
o hay nada más inusual y contradictorio que un político, en nombre de la ley y el orden, quiera imponer a la policía un procedimiento que se opone al punto de vista de los profesionales en la seguridad pública. Esto ocurre en el debate sobre las ciudades santuario, y espe $ ~ '
La oposición de las organizaciones de jefes de policías de Texas no pudo impedir que el gobernador Gregg / Y ? permite que un agente del orden pueda pedir papeles en cualquier momento y obliga a las agencias policiales a retener más de lo debido a los indiv iduos solicitados por la Agencia para el Control de Inmigración y Aduanas.
La Cámara de Representantes estatal ignoró una carta de los policías en donde argumentaban que ellos ya estaban arrestando a los delincuentes sin importar su condición migratoria. Allí se decía que si la legislatura era “seria” en su intención de remover indocumentados, debía enfocarse en las cineros y niñeras, en vez de criminales”.
Sin embargo, los legisladores republicanos a lo largo del país parecen estar viviendo en una burbuja ideológica que desafía toda lógica, en donde ser indocumentado es ser un criminal peligroso.
El caso de Texas es particular. Por un lado, está el prejuicio que ve todo negativo, 2 que despierta a un establishment blanco y conservador, el crecimiento de la comunidad hispana que hoy representa un 37% en comparación al 45% de los anglos.
El establecimiento de esta ley es un sinsentido en un Estado con esta demografía, en que un gran porcentaje de las familias son de condición migratoria mixta, en donde el indocumentado, el residente legal y el ciudadano comparten el techo.
Tampoco tiene sentido desde el punto de vista de la seguridad pública que otros Estados quieran imponer leyes como la de Texas. Mississippi, Georgia y Tennessee aprobaron sus respectivas leyes y otros van rumbo a ello.