La epilepsia se debe diagnosticar a tiempo
Hay muchos mitos y vergüenza que no permiten un diagnóstico y tratamiento a tiempo
EFE México
¿Qué tienen en común Napoleón Bonaparte, Alejandro Magno, Julio César, Vincent Van Gogh, Juana de Arco, Isaac Newton, Albert Einstein y Ángeles Mastret ta? Que son famosos, inteligentes, talentosos y que todos el los ta mbién padecieron epilepsia. “L a e pi le ps i a s e da c uando las neuronas en nuestro cerebro emiten descargas cuando no les cor r e s p ond e , e mpiezan a ge ner a r c r i s i s ”, explica l a doc to - ra Ana Luis a Ve l a s c o , jefe de la Clí nica de Epilepsia del Hospital General de México.
Este trastorno neurológico crónico afecta a unas 50 millo - nes de personas en el mundo y se est ima que en México 2% de la poblac ión t iene este padecimiento, aunque la especialista asegura que no son cifras la mayor par te de los casos o no está reg ist rado o está mal diagnosticado”.
Mitos y vergüenza
Una de las principales razones por las que la epilepsia se mantiene sin diagnosticar es, con frecuencia, la vergüenza que implica para los pacientes y los mitos que rodean a este padecimiento.
“Siempre se le ha asociado a problemas de índole psiquiátrico, problemas de posesión demoniaca o de retraso mental, pero no hay nada más lejos de la realidad que eso”, asegura Velasco.
De hecho, explica, los pacientes epilépticos “por lo general son sumamente inteligentes, muy creativos, observadores, como todos aquellos personajes famosos que sabemos tuvieron epilepsia”.
La especialista asegura que este es un padecimiento que puede ser curado si se diag pero en ocasiones los pacientes no acuden a los médicos adecuados.
En la mayoría de los casos, si la epilepsia “se diagnostica oportunamente es muy fácil de controlar”, el problema es que “a veces los pacientes tardan años para ir a ver a los especialistas”, sostiene.
“Van con psicólogos o psiquiatras cuando están convulsionando, pero llevan años con crisis focales que no han sido diagnosticadas”, añade.
Por ello es necesario poner atención a síntomas importantes que, aunque se pueden dar a cualquier edad, empiezan a notarse entre los dos y los 12 años.
“Es la que llamamos epilepsia del módulo temporal. Comienza con miedo inexplicable, alucinaciones, escuchar y oler cosas que no hay, terrores nocturnos, falta de atención, que a veces & ` atención, cambios de conducta o problemas de memoria reciente”, explica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) adv ierte que una sola convulsión “no sig nif ica epilepsia. La o más convulsiones no provocadas”.
Hay tratamiento
Velasco asegura que si bien la epilepsia es una enfermedad controlable -generalmente se trata con medicación diaria-, se debe acudir con un especialista para llevar el tratamiento adecuado.
“A hora ha tomado gran auge el uso de la cannabis como tratamiento, pero los cannabinoides son indicados para tipos de epilepsia gravísimos que no tienen ninguna opción”, señala.
“Hay muchos tratamientos que no tienen ningún efecto colateral grave como tiene la cannabis en niños pequeños, a quienes destruye la región prefrontal, que es la que le ay uda al paciente a tomar decisiones”, advierte.
Por ú lt i mo, l a e x p e r t a r e c ono c e q ue Mé x ic o h a avanzado mucho en cuanto al tratamiento de esta enfermedad, y en la Clínica de Epilepsia del Hospital General de México cuentan con técnicas innovadoras.
“Somos pioneros en una técnica que se llama neuromodulación en epilepsia y lo que hacemos es que, en lugar de quitar o resecar el tejido epiléptico -un pedazo del cerebro que está convulsionando-, ponemos electrodos en el cerebro y estimulamos a través de un marcapasos, y con eso le enseñamos al cerebro a no tener crisis epilépticas”, explica.
Esta clínica, además, ha logrado convenios con el Conacyt e instituciones internacionales como la Universidad de California en Los Ángeles o la Universidad de McGill de Montreal, con las que realizan investigaciones conjuntas sobre epilepsia.
“Cuando se invierte en tecnología e investigación, se pueden hacer grandes avan
especialista.. ces en nuestro país”, concluye la