Casa Blanca: Trump “no es un mentiroso”
/
María Peña
maria.pena@impremedia.com El exdirector del FBI, James Comey, dijo ayer ante el Senado que la Administración Trump “mintió” sobre las razones de su despido el mes pasado y sobre el presunto caos en la agencia, en su primera audiencia desde que fue despedido por investigar la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.
“La Administración optó por difamarme y, más importante aún, al FBI, al decir que la organización estaba en caos… esas fueron mentiras, simple y llanamente”, afirmó Comey ante el Comité de Inteligencia del Senado.
Comey, protagonista de uno de los mayores dramas políticos en la historia reciente de EEUU, resumió los nueve contactos que tuvo con el presidente Donald Trump entre enero y abril pasados, por teléfono y en persona, en los que el mandatario manifestó estar satisfecho con su desempeño al frente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Tras su despido el pasado 9 de mayo, “la cambiante explicación me confundió y me preocupó cada vez más”, dijo Comey, cuyo testimonio contradijo varias de las declaraciones públicas de Trump.
El exdirector del FBI dijo que tomó apuntes de sus contactos por temor a que Trump mintiera sobre su contenido.
A Comey no le cabe duda de que Rusia tuvo injerencia en las elecciones, aunque no vio pruebas de que ese país alteró las votaciones en 2016.
Dirigiéndose a la opinión pública, Comey fue contundente: “el FBI es honesto, el FBI es fuerte, y el FBI es y será siempre independiente”.
Comey afirmó que Trump no le pidió que frenara la investigación sobre Rusia pero le corresponde al fiscal especial, Robert Mueller, determinar si el mandatario incurrió en la obstrucción de la justicia, un delito federal.
El senador demócrata de mayor rango en el Comité, Mark Warner, destacó que la audiencia “no es una cacería de brujas, no es una noticia falsa, es un esfuerzo por proteger” la democracia en EEUU.
La del FBI es una de seis investigaciones en Washington sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales, y la supuesta colusión de la campaña de Trump con Moscú.
Centenares hicieron cola desde las cinco de la mañana para entrar a la audiencia.
Contrario a lo que se pensaba, Trump no emitió un sólo mensaje en Twitter (al cierre), pero fuentes de la Casa Blanca dijeron que siguió de cerca la audiencia.
María Peña
maria.pena@impremedia.com La Casa Blanca salió al frente del volátil testimonio del despedido exdirector del FBI, James Comey, al afirmar que el presidente Donald Trump “no es un mentiroso”, aunque no pudo precisar si hay grabaciones de los contactos que ambos tuvieron antes de su despido. “Puedo decir definitivamente que el presidente no es un mentiroso”, dijo una portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en un encuentro con la prensa fuera de cámara.
“Creo que francamente es insultante que se haga esa pregunta”, agregó.
Mientras, Marc Kasowitz, abogado de Trump contraatacar a Comey, al afirmar que Trump nunca le exigió “lealtad” y que su filtración de apuntes “no autorizada” sobre “comunicaciones privilegiadas con el presidente” amerita una investigación.
Lo cierto es que Trump dio explicaciones cambiantes sobre el despido de Comey el pasado 9 de mayo: primero dijo que lo hizo por recomendaciones del fiscal general Jeff Sessions y el subfiscal interino Rod Rosenstein y posteriormente dijo a NBC que lo iba a despedir de todas maneras porque había perdido confianza en él.
Durante sus contactos, sin embargo, Comey quedó con la impresión de que Trump estaba satisfecho con su desempeño.
En ese sentido, Comey expresó el deseo de que haya una grabación de sus conversaciones con Trump, para eliminar cualquier duda sobre quién dijo qué.
Comey hizo un repaso de sus nueve contactos con Trump entre enero y abril pasado y afirmó que fue despedido para “cambiar la forma en que se conducía la investigación” sobre Rusia.
Comey afirmó que será tarea del fiscal, Bob Mueller, determinar si el mandatario incurrió en la obstrucción de justicia.