Jorge Sampaoli:
Empezar un nuevo camino con un triunfo ante Brasil puede resultar estimulante: un buen punto de partida. Aunque sea en un amistoso al otro lado del mundo, en un ambiente extraño con espectadores que festejan efusivamente cosas que pasan en la tribuna mientras ahí abajo corre Lionel Messi.
El problema sería colgarse del resultado, decorado por un gol de Gabriel Mercado, porque lo que quedó claro en el Melbourne Cricket Ground es que la Argentina necesita tiempo para traducir en un rendimiento sostenido y ( $ - zarrón de Jorge Sampaoli.
Conv iene mi ra r más el cómo que el cuánto del resultado. ¿Cómo responden los defensores a la necesidad de ampliar su radio de acción porque ahora la selección parte con una línea de tres atrás cuando está en ataque?
¿Cómo se conectan Messi y Dybala, la sociedad creativa que quiere potenciar el técnico? ¿Cómo se las arregla Di María para ser atacante y también defensor? ¿Cómo se acomoda Higuaín, obligado a no tentarse con retroce $ )
El partido comenzó con un pique de Messi hasta el arquero rival que dio un mensaje: si el capitán presiona, será que la intención del técnico caló en los jugadores. Hubo, en ese tramo, un equipo ancho con el debutante José Luis Gómez y Ángel Di María, obligados a recorrer toda la banda.
Hubo también convencimiento para mover la pelota «En el primer tiempo nosotros tuvimos buenas situaciones. Y en el segundo ya nos costó un poco. El rival también presionó arriba y no nos dejó salir, y nos podrían haber empatado» sin dividir la posesión con pelotazos, como en una jugada que inició Romero y terminó, tres pases después, con un tiro en el palo de Di María.
Pero también hubo dificultades para cubrir espacios hacia adelante de parte de Otamendi y Maidana, demasiado lentos para contener los desmarques de Gabriel Jesús, el mejor de Brasil.
Hubo una ostensible pérdida del control del juego en la segunda mitad, cuando el equipo de Tite dio un paso al frente en el terreno y dominó. No empató porque el palo se lo negó dos veces y por al* # %
Sampaoli pasó a defender con cuatro cuando en$ # 5 * ;# después plantó tres volantes centrales con el ingreso de Guido Rodríguez. Ninguno de los movimientos le quitó el mando a Brasil, dueño de * " $ % - si, en modo pasivo, ya había aceptado que nada ingenioso iba a salirle por jugar un partido en medio de las vacaciones.
Es verdad que aunque no haya sufrido tanto, la selección se abrazó al 1-0 como
pozo.. quien quiere aferrarse a luz para salir del
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