Reacciones polarizadas
Adentro del teatro, nombrado por un veterano de la Brigada 2506, caído en combate en Bahía de Cochinos en 1961, Trump fue recibido con vítores.
Algunos cubanoamericanos lucían gorras y camisetas con mensajes como “Trump 2020”, en alusión a las presidenciales de ese año. También le cantaron un “feliz cumpleaños”, porque cumplió 71 años el miércoles pasado.
Una señora, no identificada, puntualizaba algunas declaraciones de Trump con gritos de elogios, llamándolo en varias ocasiones “enviado de Dios”.
Líderes del exilio cubano, consultados por este diario, no contenían su entusiasmo hacia un presidente que, a su juicio, será quien logre cambios democráticos en la isla.
Osvaldo Inguanzo, de 80 años, tenía apenas 23 años c ua ndo l ideró u no de los barcos de la Brigada 2506 en la fallida invasión, pero vino a escuchar a Trump porque cree éste podrá crear un cambio.
“Nosot ros i nv ita mos a l presidente Obama y no nos respondió. Pero el presidente Trump aceptó nuestra invitación, nos visitó, nos llamó héroes y nos dijo que jamás nos decepcionaría. Eso fue muy importante para mí”, dijo.
Ahora ya no puede empuñar un arma pero, aseguró, mantiene el lema de su brigada de “jamás abandonar nuestra patria, Cuba… porque queremos la libertad para la isla”.
Por su parte, Luis Zúñiga, de 69 años y quien fue prisionero político durante 19 años, señaló que “la economía es el talón de Aquiles del régimen, y las medidas prohibirán negocios con empresas controladas por los militares”.
“Los que favorecen la apertura no conocen Cuba ni la historia. China se abrió al mercado y a los EEUU, y todavía tienen al Partido Comunista en el poder, no hay libertades, no hay derechos humanos, no hay nada para el &'* "
Sin embargo, grupos como Engage Cuba y “Cuba Educational Travel”, además de numerosos líderes demócratas, insistieron hoy en que la política anterior es una reliquia de la “Guerra Fría” que no surtió el deseado efecto en más de medio siglo, y, a su juicio, es hora de intentar una nueva estrategia.
Richard Neal, el legislador demócrata de Massachusetts y de mayor rango en el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, dijo que “la mejor manera de mejorar la protección de los derechos humanos en Cuba es un acercamiento proactivo con ese gobierno y la promoción de una economía abierta”.
Trump “le ha ofrecido al régimen de Castro una excusa para continuar sus prácticas represivas, y las repercusiones de la movida de hoy tendrá consecuencias económicas negativas para ambos países”, advirtió.