DREAMERS NO DEBEN BAJAR LA GUARDIA E
l quinto aniversario de DACA llegó con el anuncio de que el programa sigue sobreviviendo la ola antiinmigrante en la era Trump.
Es cier to que junto con * protección contra la deportación de los menores que fueron traídos ilegalmente a EEUU seguía en pie, vino acompañado una advertencia del Departamento de Se 8 * de que DACA seguía en un proceso de revisión.
Esta condición puede ser perfectamente un mensaje para que los cerca de 742,000 b e ne f ic i a r io s , c onoc idos como dreamers, no se confíen. Para que no haya una confusión con el anuncio de que DAPA desaparece o para calmar las protestas de los enojados porque Trump no eliminó el programa desde el primer día tal como lo prometió en la campaña.
Lo seguro es que la protección para los padres de ciudadanos y residentes legales : - cialmente desapareció, aunque nunca entro en vigencia. Los tribunales la detuvieron o no renovársela.
El peligro para los dreamers sigue presente, lo que se dio con un cambio de prioridades en deportaciones, se puede quitar de la misma manera. Hay que tener presente que esta administración se caracteriza por lo impredecible.
L a s a mbi v a l e nc i a s de Trump en este tema, como prometer primero mano dura y luego hablar bien de los jóvenes dreamers, es un ejem a los indocumentados en una misma bolsa.
Los tribunales ayudan por ahora a los dreamers, pero no se puede contar con ellos siempre.
El único camino es el Congreso. Es avanzar en alguno de los proyectos de ley como el H.R.1468 y el H.R.496/S.128. El primero, que cuenta con el respaldo de 16 republicanos, les otorga a los dreamers un estado legal. El segundo, que también tiene apoyo bipartidista, los protege hasta que haya una reforma migratoria.
Si Trump realmente de #$F$ = ! * debe respaldar estos medidas para darles la seguridad que merecen.