PEÑA NIETO EN EL OJO DEL HURACÁN E
l combate a la ma & requiere las armas & tecnología más avanzada para poder rastrear a los peores delincuentes. El problema es cuando los gobiernos deciden usarlas contra sus críticos internos.
Este parece ser el caso de México. El gobierno de Enrique Peña Nieto lo niega, exige pruebas mostrando que existió un espionaje en contra de periodistas, abogados de derechos humanos y activistas en contra de la corrupción.
La credibilidad del mandatario está por los suelos. Como respuesta adecuada se necesita más acción que un rápido desmentido.
El informe: “Gobierno Espía: Vigilancia sistemática a periodistas y defensores humanos” es un relato de cómo la investigación del uso de un programa maligno o Malware, llamado Pegasus, en contra del activista Ahmed Mansoor de los Emiratos Arabes desembocó en la denuncia de la utilización de este programa en México.
El Malware envía mensajes de texto proveniente como la presidencial con la Casa Blanca, en transparencia para la rendición de cuentas en órganos del gobierno y los casos de corrupción e impunidad en sistemas públicos y privados de México.
Según el estudio, se sabe que todas estas recibieron la mayoría de los mensajes con Malware en momentos críticos, en que trabajaban con temas del gobierno federal.
Además, se conocen las entidades del gobierno federal que han comprado este programa como la Procuraduría General de la República, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional. En México hay buena clientela de este Malware, a parte de los mencionados.
E s i mpor t a nte ac l a r a r quién manejó este espionaje o los motivos por los cuales es incierto que lo haya realizado el gobierno.
Si alguien lo ha hecho a espaldas de Los Pinos, es un interés de Peña Nieto investigar quién fue. El mandatario es el que queda mal cuando se espía a los periodistas que denunciaron el caso de la Casa Blanca.•