En marcha restricciones a ingreso de musulmanes y refugiados
El Departamento de Estado difundió guías que definen los vínculos familiares cercanos para así determinar quién puede o no entrar a EEUU, mientras activistas pro-inmigrantes prometen continuar la “resistencia”
María Peña
B@ mariauxpen
WASHINGTON
Tras más de un año de retórica incendiaria contra los musulmanes durante la contienda, ahora la Administración Trump implementó a partir de ayer un veto al ingreso de inmigrantes musulmanes y de refugiados de todo el mundo, con guías muy estrictas sobre quién puede o no entrar a EEUU.
Haciendo caso omiso a las protestas de la comunidad musulmana, el rechazo de la opinión pública, y un prometido “verano de litigios”, las autoridades aplican, desde ayer a las 8 p.m. hora del Este, la orden ejecutiva del pasado 6 de marzo, que fue avalada parcialmente por el Tribunal Supremo el lunes pasado.
La máxima corte aceptó estudiar la legalidad de la orden ejecutiva en su sesión de otoño próximo, y se prevé un - to para junio de 2018.
- có la del pasado 28 de enero, pero prohí be la entrada al país por 90 días de inmigrantes de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, y por 120 días para refugiados en todo el mundo. Irak quedó eliminado de esa “lista negra” debido al compromiso del gobierno de Bagdad de redoblar la lucha contra el terrorismo.
El Tribunal Supremo dictaminó que la orden aplicará a inmigrantes y refugiados que no tengan vínculos legítimos directos con “individuos o entidades” en EEUU, como familiares, empleadores, instituciones académicas y organizaciones de reasentamiento de refugiados.
Guías empapadas en “crueldad”
Las guías emitidas por el Departamento de Estado -una espec ia l de “semáforo en amarillo”- aplican por igual a refugiados y a solicitantes - miliares cercanos” a padres, cóny uges, suegros, yernos y nueras, hijos, hermanos y medio hermanos.
Pero quedan excluidos” los abuelos, tíos, cuñados, nietos, sobrinos primos, prometidos y demás familiares lejanos. Tampoco se contará como un vínculo legítimo una reserva de hotel o una invitación de organismos no gubernamentales.
La moratoria no aplica a ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes, personas con visas o casos de asilo aprobados, inmigrantes con doble nacionalidad, y extranjeros con vínculos fami- liares, educativos, laborales o de negocios.
Karen Tumlin, directora legal del Centro Nacional para Leyes de Inmigración (NILC), las nuevas guías y, a su juicio, no debe quedar duda de que “la Administración Trump explotará cualquier oportunidad para avanzar su agenda xenófoba”. Su grupo renovó el llamado a la “resistencia”.
Por su parte, Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), dijo que la meta de Trump es “denigrar y condenar a los musulma ! se corresponde a la orden del Tribunal Supremo, es arbitraria, y no está vinculada con ningún propósito legítimo del Gobierno”.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, señaló que la seguridad nacional de EEUU depende de los rigurosos sistemas ya en pie para hurgar los antecedentes de todo solicitante de visa, y “no en la exclusión de personas que tienen familia y posibles empleos acá”.
“Cuando EEUU prohí be la entrada de abuelas, (entonces) nuestras políticas se han convertido en más importantes que nuestra gente, en una política mucho menos sensata. Estas nuevas guías son demasiado estrechas y no se ciñen a nuestros valores como estadounidenses”, se quejó Noorani.
Gobierno no espera “caos”
La primera versión de la orden ejecutiva fue impugnada en los tribunales pero antes desató protestas y caos en diversos aeropuertos del país ya que, en medio de una confusa y cambiante situación, las autoridades frenaron el paso incluso de personas con visas y casos de refugio aprobados y de residentes legales y ciudadanos.
En declaraciones a este diario, un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), David Lapan, dijo