Canó, héroe de la Americana
El dominicano rompió el empate con un jonrón en la décima en un duelo donde brillaron los latinos
EFE
El Juego de Estrellas tuvo el sello del poder ofensivo impuesto por el dominicano Robinson Canó, que pegó jon # ' Liga Americana ante la Nacional el martes en un “lásico de Verano” histórico para el béisbol latinoamericano .
Si Canó, que además se hizo acreedor del premio al Jugador Más Valioso (MVP), < décima entrada y silenció a los seguidores de la Liga Nacional, su compatriota el tercera base Miguel Sanó y el veterano receptor puertorriqueño Yadier Molina, también acapararon la producción total de la edición 88 del Juego de Estrellas en el Marlins Park de Miami.
Sanó, el jardinero de los Mellizos de Minnesota, se encargó de remolcar la primera carrera del juego, para el Joven Circuito y Molina se voló la barda para la Nacional, convirtiéndose en el primer receptor de los Cardenales de San Luis en hacer sonar el bate en un Juego de las Estrellas.
Canó, de los Marineros de Seattle, fue el bate clave en el triunfo de la Liga Americana por 2-1 sobre la Liga Nacional en el Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas.
En la parte alta de la décima entrada Canó, que al concluir el juego fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP), mandó la pelota a la calle por el jardín derecho y selló el triunfo de la Americana.
El dominicano mandó volar la pelota 365 pies y rompió empate en la pizarra para _ ! 2-1, al superar los servicios del cerrador Wade Davis.
El batazo de Canó alcanzó una velocidad de 106 millas por hora ante el delirio de los seguidores dominicanos.
Canó es décimo octavo en la lista de jonrones en la Liga Americana, con 17 en lo que va del campeonato, pero esta vez el poder de su bate fue clave en la victoria.
Jonrón histórico
El dominicano se convirtió en el tercer jugador de los Marineros en ganar el MVP del Juego de Estrellas, uniéndose a Ken Griffey Jr. (1992) y al japonés Ichiro Suzuki (2007) y se convirtió en el primer jugador en la historia del “Clásico de Verano” en pegar jonrón en extra entradas desde que lo hizo el cubano Tony Pérez en 1967.
“Ese t urno al bate en el décimo episodio fue un momento complicado para mí”, reconoció el toletero de los Marineros.
Agregó que “el gran problema es que yo sabía que enfrente de mí, en la lomita, estaba uno de los mejores lanzadores... Estaba nervioso, pero me sentía preparado, yo esperaba cualquier tipo de lanzamiento y dije ‘el disparo que Davis me mande yo voy a hacer el swin’ y voy a conec- tar”, contó Canó.
El dominicano dijo que “pensé que debía tomar un lanzamiento que viniera justo sobre el medio”.
Mientras que en el quinto episodio el antesalista Sanó, pegó sencillo al jardín izquierdo y dio movilidad a la pizarra remolcando a la registradora al segunda base de los Orioles de Baltimore, Jonathan Schoop, y poniendo la ventaja de 1-0 para la Americana.
Por la Liga Nacional, Molina (1), el receptor estelar de los Cardenales de San Luis, pegó batazo de cuatro esquinas en el sexto episodio al cazar la serpentina del relevo dominicano de los Mellizos, Ervin Santana, bambinazo solitario, con un out en la pizarra.
Recuerdan a Fernández
La reunión de todos los jugadores en el Juego de las Estrellas también dio oportunidad de honrar la memoria de José Fernández, fallecido el pasado septiembre en un accidente de lancha.
El lanzador dominicano de