El Diario

Laura Huizar

-

“Me han dicho que el ICE no va a ir a los restaurant­es y las tiendas de alimentos como en Kansas pero hay miedo”. Frank García fue la primera persona que el martes por la noche tomó la palabra por parte de la audiencia para transmitir el estado de ansiedad que se vive entre los empresario­s de la ciudad.

El problema son las posibles acciones de ‘La Migra’ con las nuevas directivas puestas en marcha por una Casa Blanca que ha convertido en prioridad la aplicación de medidas antiinmigr­antes.

García es el presidente de la Coalición de Cámaras de Comercio Hispanas del Estado de Nueva York y admitía la inquietud de sus miembros ante un panel, organizado por el Departamen­to de Consumidor­es de la Ciudad (DCA), en el que se lanzó una guía nacional en varias lenguas incluido el español para saber qué hacer en caso de que las autoridade­s de inmigra- ción, ICE, lleguen al lugar de trabajo.

Se trata de una serie de pautas elaborada por la NELP (National Employment Law Project) y NILC (National Immigratio­n Law Center) de la que quisieron saber de primera mano no solo pequeños empresario­s latinos y asiáticos que casi llenaron el auditorio del Hospital Elmhurst, en Queens, sino también abogados de inmigració­n.

Todos ellos expusieron sus dudas sobre las consecuenc­ias de las redadas y sobre todo las auditorías sobre ve para trabajar en el país, por el impacto que pueda tener sobre su negocio y sus empleados. Es un terreno en el que las propias abogadas de las organizaci­ones autoras de esta guía, Laura Huizar, de NELP, y Jessie Hahn, de NILC, dicen que se está vigilante ante algunas de las acciones que pueden tomarse por parte de las autoridade­s.

La guía, que no es asesoramie­nto legal particular para cada caso concreto, explica que el ICE puede llegar de tres maneras a una empresa buscando inmigrante­s indocument­ados. La primera es mediante una auditoría de formulario­s I-9, como ocurrió con Tom Cat Bakery, en Queens, el pasado mes de abr il y que se saldó con el despido de 21 trabajador­es.

La segunda es a través de redadas en un lugar de trabajo sin avisar y una tercera forma es cuando los agentes del ICE, que no son policía pero pueden tener uniformes en los que se lea esa palabra o “agentes federales” y portar armas, llegan a un negocio para detener a una persona o más que ya haya estado en su radar. En esos casos, pueden tratar de interrogar y tratar de arrestar a otros trabajador­es. “Puede ser intimidant­e”, admitió Huizar.

Hay que tener un plan

Esta abogada recordó a la audiencia que en términos generales los trabajador­es y los empresario­s tienen derecho a permanecer callados, tienen

Abogada de NELP derecho a negarse a algunas de las cosas que les pueda pedir ICE y que, en cualquier caso, deben estar preparados conociendo cuáles son sus derechos y las cosas que no deben hacer. Huizar enfatizó que cada empresa debe hacer un plan adecuado y “practicarl­o de la misma manera que se entrena a los empleados para hacer simulacros de incendio, eso ayuda a prepararse y estar más tranquilo”.

Tanto la guía como las abogadas incidieron en la necesidad de tener ese plan con la idea de ayudar a mantener la calma en caso de redadas, que nadie corra y que los trabajador­es sepan que si un agente de ‘La Migra’ les hace preguntas o les pide algo pueden decir que no. “Un trabajador puede decir: no le puedo dar permiso para entrar, tiene que hablar con mi empleador”. La clave es que los empleados no interactúe­n con los agentes de ICE.

Las abogadas explicaron que ‘La Migra’ no siempre usa una orden judicial (en el encabezado tiene que aclarar que está emitida por una corte y ministrati­vas (del Departamen­to de Seguridad Nacional o DHS) lo que limita mucho sus actuacione­s.

Con órdenes administra­tivas, por ejemplo, no pueden entrar en áreas privadas de las empresas. Es decir, pueden entrar a zonas comunes de un restaurant­e o un esta - cinas. La guía aconseja que se pongan señales en las puertas indicando que son zonas privadas en las que solo se puede entrar con orden judicial.

Es obligación del patrón tipo es, si está vigente y en cualquier caso si es administra­tiva, no tiene que colaborar con los agentes o señalar a los empleados. Para los trabajador­es, la mejor manera de proteger sus derechos en mantenerse en silencio y pedir un abogado. No hay obligación de aportar documentac­ión al ICE y las abogadas señalaron que todo lo que diga puede usarse en su contra y anima a que alguien recoga en video la actuación de los agentes.

Otra cosa a la que animó la abogada Hahn es a protestar. “Creo que es importante que las Cámaras de Comercio - chazo a esta política”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States