Los problemas del Tricolor
México se vio más mal que bien en la fase de grupos de un torneo al que llegó en busca de un respiro
Ricardo López Juárez
Con Juan Carlos Osorio mirando desde las suites de los estadios mientras cumple una sanción recibida por indisciplina en la Copa Confederaciones, la selección mexicana no hizo una buena labor en la fase de grupos de esta Copa Oro.
A lgo a sí se sospec haba desde que el seleccionador colombiano entregó su lista de convocados para encarar el torneo, cuando tuvo que apostar con sus mejores cartas por la Confederaciones de Rusia, en la cual no entregó buenas cuentas, y tratar de formar un conjunto aceptable para el torneo regional.
México, que jugaba la noche del jueves contra Hondu nales, no ofreció en ninguno de sus primeros tres compromisos buen fútbol, y por el contrario, vivió segmentos de los partidos con angustia.
Tras debutar con un triunfo de 3-1 sobre El Salvador en San Diego, en un juego en el que la débil escuadra cuscatleca le empató al Tri de inmediato luego de su primer gol en la Copa, México fue dejado sin anotación por I <% %%% - nados en Denver.
Con las críticas y cuestionamientos aumentando de volumen, el equipo tricolor que es dirigido a nivel de cancha por el también colombiano Luis Pompilio Páez – auxiliar técnico de Osorio–, enfrentó a Curazao en su tercer juego e hizo el ridículo, al menos durante la primera parte del partido.
En varias ocasiones el debutante equipo curazaleño – compuesto por jugadores originarios de la isla del Caribe y otros nacidos en Holanda– puso en aprietos a la defensa mexicana y si no se fue arriba en el marcador al descanso fue por muy mala puntería y buenas intervenciones del portero José de Jesús Corona.
La mera idea de que Curazao le fuera ganando a Mé{ y analistas mexicanos.
El juego se mantuvo 1-0 hasta el tiempo de reposición, cuando el Tri liquidó con un tanto de Edson Álvarez.
En un entorno de mucha presión para el Tricolor y para Osorio, la actuación en esta Copa no fue de gran ayuda, al menos en la fase de grupos, porque a un año de distancia del Mundial, México no demuestra progresos competitivos mientras su director técnico tiene cada vez menos aceptación para seguir en el puesto.
Lo anterior no cambiará a menos que México mejorara e hiciera su tarea, y esto es nada menos que levantar la Copa Oro a pesar de contar con una escuadra alternativa.