En peligro clínicas de salud escolares
Pedro F. Frisneda
pedro.frisneda@eldiariony.com
Padres, maestros, activistas, F - les electos han expresando su preocupación ante el posible cierre de más de un centenar de clínicas de salud ubicadas en centros escolares que sirven a comunidad de bajos recursos.
Según denuncian, recortes propuestos en el presupuesto del estado de Nueva York, junto a cambios en algunas F podrían provocar el cierre total, la reducción de personal o la considerable disminución de servicios en estos centros que proveen desde cuidados de emergencia hasta servicios de salud primarios, vacunas, prescripción de medicinas y programas de prevención de enfermedades.
Se estima que en la ciudad existen cerca de 150 centros de salud escolares que sirven a casi 350 escuelas, la mayoría de ellas están ubicadas en vecindarios pobres y de minorías, que tienen poco acceso a cuidados de salud.
Para evitar que esto ocurra, el Concejal de la Ciudad Brad Lander y el Senador del Estado Daniel Squadron, cuyos distritos también podrían ser afectados por estos cierres, presentarán una petición para solicitarles a las autoridades estatales en Albany para que reconsideren dichos recortes y salven estas clínicas.
Aunque ningún centro médico escolar de la ciudad ha - rres cuando comiencen las clases este otoño, muchos se están preparando para el gran impacto que podría tener los recortes de fondos. Esto no solo afectaría la salud a los niños sino también su rendimiento escolar.
Estas clínicas son supervi I - cado y tienen, como mínimo, una enfermera practicante, que puede administrar medicamentos y escribir recetas para los estudiantes de forma gratuita, independientemente de si sus padres tienen seguro médico o no.
De ac uerdo a un reporte publicado por el matutino amNew York, se estima que ya los contratos para los proveedores más grandes de clínicas escolares de la ciudad se han reducido hasta un 70%.
Según datos del Departamento de Salud estatal, obtenidos por ese periódico, los fondos del Centro Médico Mount Sinai de East Harlem, que administra clínicas en el complejo educativo Julia Richman de Upper East Side y los campus Brandeis y Martin Luther King del Upper West Side, está siendo recortado más de un 60%, de $1.136 millones a $439,000.