Venezuela
El fantasma de la “venezuelización” sirve a las derechas y centroderechas de América Latina para sumar adhesiones.
para el proyecto bolivariano plasmado en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. El chavismo fue, para las izquierdas continentales, la tabla de salvación, y de recomposición, tras los naufragios de los años 70 y de fines de los 80.
Sin capacidad productiva, ello convivió con la masiva dependencia de la importación de alimentos y de bienes de lujo para los antiguos ricos y para la nueva “boliburguesía”, como se conoce a los beneficiarios de la revolución bolivariana.
Corrupción, voluntarismo, proyectos megalómanos, dependencia del petróleo y “mentalidad rentista” no eran nuevos en Venezuela, pero se agravaron durante los gobiernos de Chávez.
La muerte de Chávez en 2013 agravó los problemas y Nicolás Maduro no pudo estar a la altura y por eso forzó conexiones sobrenaturales con el líder que lo ungió en su lecho de muerte.
El reciente plebiscito de la oposición, sin base legal, y la polémica Asamblea Constituyente oficialista son las últimas expresiones de un escenario sin un espacio de competencia común respetado por ambos contendientes.
Sin duda, la Revolución bolivariana perdió su mística y lo que era una inspiración para las izquierdas regionales se volvió un lastre.•