Deportados compiten por plazas de maestros de inglés en México
Gardenia Mendoza
gardeniamendozaaguilar@gmail.com Desde que José Fermín Cano, de 31 años, fue deportado de Los Ángeles en 2013 no ha hecho otra cosa que dar clases a niños de preescolar, primaria y secundaria. Su ingreso a las escuelas ha sido un camino tortuoso que sólo resisten quienes tienen pasión por la enseñanza y tesón para lidiar con pobladores, sindicato y burocracia.
“Yo era auxiliar de maestro desde high school. A mí me gustaba ser auxiliar de profesor, pero cuando llegué aquí después de que me repatriaron me dio mucho trabajo revalidar mis estudios, tener - cias y luego empezar de cero”, cuenta en entrevista telefónica con este diario desde Santiago Acatlán, Puebla.
Ahora esas habilidades son las que lo llevan a competir de profesor de inglés en la Secretaría de Educación Publica (SEP).
En las últimas horas la SEP hizo pública una convocatoria que estará vigente hasta el 30 de septiembre en la cual ! Concurso para la Selección y Contratación de Docentes para el Fortalecimiento del Idioma Inglés en Escuelas Normales.
En esta primera etapa de la Estrategia Nacional de Inglés con la cual se pretende convertir al país en 100% bilingüe en 20 años, la SEP busca a 646 profesores para que ay uden a capacitar a otros maestros que luego regresarán a las aulas a enseñar el idioma a los niños de escuelas públicas que hasta ahora se 0 ! $
José Fermín quiere ser parte de estos primeros capacitadores igual que otros 350 repatriados integrantes de la organización de retornados New Comienzos, una de las primeras en levantar la mano para sumarse a este proyecto.
“No queremos que se nos dé privilegios, pero si la oportunidad de competir y demostrar que estamos capacitados, que somos completamente bilingües y también amamos a México”, dice Israel Concha, fundador de la asociación civ il y uno de los 3 millones de deportados en los últimos ocho años en el país.
Los deportados competirán en esta primera convocatoria con profesores sindicalizados formados en el país, un gremio que se maneja políticamente como un corporativo y reacciona a la defensiva frente a cualquier competencia.
“Una compañera y yo estuvimos participando en una conferencia de lingüismo internacional hace unos meses en Saltillo, Coahuila, donde estaban maestros sindicalizados. Al principio nos veían como una amenaza, pero al escuchar nuestras historias de por qué estamos aquí en
Concha.. tendieron un poco más”, recuerda