Secretos
Si la relación de pareja resulta a veces difícil entre personas de una misma raza, lo es aún más cuando existen diferencias culturales, políticas y religiosas bastantes marcadas entre los cónyuges.
“El matrimonio interracial enriquece en todos los aspectos, especialmente cuando se tienen hijos, ya que estos crecen siendo bilingües y biculturales. Pero, a nivel de pareja, es cierto que el ajuste puede resulta un poquito difícil cuando los integrantes D - mente y, sobre todo, profesan una religión diferente”, dice la Dra. Vanessa Ochoa, especializada en estudios étnicos y decana de asuntos académicos del East Los Angeles College.
“Se nece sit a te ner u na mente muy abierta para el respeto, la aceptación y el entendimiento entre ambos. Y estos se logran a través de una dinámica de comunicación y negociación”, agrega.
La coach de vida Elena Burnett, especializada en relaciones de pareja, concuerda con lo dicho por la Dra. Ochoa y asegura que “las diferencias culturales y religiosas pueden generar asperezas en la interacción afectiva en el hogar bicultural, cuando no se le presta la correcta atención a ciertos puntos clave”.
Para una relación sana
ciaciones’ afectivas, suelen añadirle años a su vida”.
3. Aprender a negociar
“Cuando hablamos de respetar costumbres y no perder nuestros límites, nos referimos a la parte de la integridad de cada quien. A veces, nos encontramos con individuos que son muy persuasivos en sus argumentos y cuando entran en una relación son capaces de acaparar a su pareja y aniquilarla, por su indiscutible capacidad de dominio y persuasión”, explica Burnett.
Es así que, para no llegar a perder la esencia personal dentro de la constitución de la pareja, la experta dice que se debe establecer de una manera respetuosa y sana los límites, expresando con franqueza las inquietudes de lo que se quiere o no y, a partir de allí, encontrar entre ambos una solución viable.
4. Dialogar sin imposición de criterios
El saber escuchar y exponer lo que se quiere transmitir sin imposición es fundamental en cualquier relación.
“El buen diálogo es básico en la pareja para que se puedan encontrar soluciones en la que ambas partes salgan favorecidas. Pero si se está dentro de una relación donde la pareja siempre se cierra y piensa que solo su criterio es el que vale, entonces tendríamos que plantearnos si podemos o no aceptarlo”, resalta Burnett.
E s t e pu nt o e s muy importante, sobre todo, cuando las imposiciones de la pareja ponen en peligro la salud mental y hasta física de la otra persona. “De da r se este caso, tend r í a mos que replantear nue st ra sit uac ión dent r o de l a r e l ación”, concluye experta.Enla
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