Los hijos únicos son más infieles
Según un portal de citas para encuentros extramaritales
Redacción
No queremos preocuparte demasiado, pero si tu pareja es hijo o hija única es mejor que le eches un vistazo a los resultados de un reciente estudio realizado por el sitio web de citas Illicit Encounters.
Recientemente, la página web que promueve los encuentros extramaritales realizó una investigación entre sus usuarios para es
La muestra arrojó que la mayoría de las personas que establecen contactos en esa red no tienen hermanos. Un 34% de los encuestados dijeron ser hijos únicos.
A este número, le sigue un 28% correspondiente a hijos mayores o los primeros nacidos en la familia, mientras que un 23% de los es hijo menor.
De ac uerdo con las c ifras, los del medio serían los más leales, a juzgar por el 15% que corresponde a esa categoría.
Sobre los resultados del estudio, el portavoz del portal de citas, Christian Grant, dijo al diario The Independent que los hijos únicos ser ía n más propensos a l adulter io porque buscan más atención.
“Es sabido que los hijos únicos experimentan sentimientos de inmensa soledad durante la niñez y eso los persigue en sus futuras relaciones”, sostuvo.
Las mujeres engañan más a esta edad
Un sitio de Internet dedicado a conectar a personas que quieren tener una aventura amorosa llamado “Victoria Milan” descubrió que sus usuarias tienden a cometer una infidelidad cuando atraviesan por una determinada edad. Según este portal, las mujeres tienden a ser más infieles entre los 36 y 37 años, en específico a los 36 y 6 meses, lo cual suena lógico, pues es justamente en ese periodo cuando se encuentran disfrutando los últimos años de su tercera década, sintiéndose amenazadas, por lo que quieren disfrutar al máximo sus últimos años de juventud. “Tal vez su marido no les está poniendo la atención que merecen. Tal vez aún aman a sus parejas pero la chispa ha desaparecido de su matrimonio. Puede que tengan una relación abierta y que ambos tengan la libertad de experimentar”, indicó el fundador de la página, Sigurd Vedal.