Una bici en vez de pastillas
Algunos neoyorquinos están mejorando su salud a punta de pedal. Doctores de un centro médico en Brooklyn prescriben viajes en bicicletas para pacientes con enfermedades crónicas
Pedro F. Frisneda
B@ PedroFrisneda pedro.frisneda@eldiariony.com
La diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, los problemas cardíacos y la obesidad son enfermedades crónicas que se pueden mantener bajo control con diferentes tratamientos y medicinas. Sin embargo, estos males también se pueden controlar, y hasta prevenir, adoptando un estilo de vida activo y saludable.
Esto lo conocen muy bien los doctores del centro de salud “Interfaith Medical Center”, ubicado en Bedford-Stuy vesant, en el condado de Brooklyn. Allí, los médicos le están recetando a sus pacientes algo inusual: viajes en bicicletas por un período de un año.
Como parte de un programa piloto del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), conocido como “Prescribe-a-Bike”, algunos de los pacientes que acuden a ese centro médico, pueden recibir por parte de su doctor una prescripción para obtener una membrecía anual del programa “Citi Bike” completamente gratis.
La idea de esta novedosa iniciativa, que comenzó en agosto del 2016, es motivar a los residentes de esa zona de Brooklyn –20% de ellos de origen hispano– para que adopten un estilo de vida diario más activo y saludable, a través del ejercicio, y así evitar morir prematuramente (antes de los 65 años).
Un vecindario enfermo
De acuerdo al reporte “Com del DOHMH, el vecindario de Bedford-Stuyvesant tiene altas tasas de obesidad (33%), cuando se compara con el promedio general de la ciudad de Nueva York (24%). Además, en esta zona céntrica de Brooklyn hay gran concentración de enfermedades crónicas cuya prevalencia sobrepasa el promedio de toda la Gran Manzana.
Mi e n t r a s q u e e n B e d - ford-St uy vesant el número de residentes que sufren de diabetes alcanza 15%, en toda la ciudad es del 10%. Un claro ejemplo es la can- tidad de hospitalizaciones causadas por esa enfermedad que en el 2015 llegaron a las 604 a diferencia de sólo 54 ocurridas en los vecindarios de Greenwich Village y Soho combinados y de 312 registradas en toda la urbe.
También, debido a las altas tasas de hiper tensión, ese vecindario se ubica entre los primeros lugares de hospitalizaciones por ataques cerebro-vasculares (stroke). En el 2015 unas 415 personas f ueron hospitalizadas por stroke en Bedford-Stuyvesant comparado con 319 en toda la ciudad. Ese mismo año, unas 1,576 personas murieron por enfermedades cardiovasculares en ese sector.
Debido a estas estadísticas tan alarmantes, el DOHMH c r e ó “P r e s c r i b e - a - Bi k e ” como parte de la coalición NYC Better Bike Share Partnership Coalition integrada por Citi Bike, el Departamento de Transporte, Interfaith Medical Center y Bedford Stuy vesant Restoration, la cual dirige este innovador programa en ese vecindario.
“E l prog ra ma acaba de cumplir su primer año y tenemos 84 participantes. Dos tercios de ellos están actualmente utilizando las Citi Bikes y ya han hecho más de 2 ,0 0 0 v i aje s ”, i n for mó l a doctora A let ha Maybank, comisionada adjunta y directora del Centro de Equidad en Salud del DOHMH.
Aunque algunos participantes del programa ya han salud, la doctora Maybank aseguró que aún es muy temprano para validar los resultados del mismo.
“Lo que estamos haciendo es colectar los datos de este año y analizar no sólo el uso de las bicicletas sino ver cuáles han sido los resultados que se han producido realmente en la salud de los vecinos. Es importante que conozcamos esas historias para determinar si esta iniciativa está siendo exitosa”, dijo Maybank.
Equidad y justicia social
La doctora Maybank cree que el programa “Prescribe-a-Bike” no sólo hace posible que los residentes de Bedford-Stuy vesant se mantengan más activos y saludables, sino que también crea más oportunidades y da más acceso a comunidades de color que, según ella, están experimentando racismo social, discriminación e inequidad en salud.
“Citi Bike llegó a este vecindario gracias a la abogacía y el activismo de los propios vecinos y de organizaciones como Bedford Stuy vesant Restoration, que pensaban que era injusto que Citi Bike no estuviera presente en su vecindario. Esto le dio a la comunidad la oportunidad de tener acceso equitativo a este ser v icio”, explicó la funcionaria.
“Estamos muy conscientes de lo que piensan algunos sobre Cit i Bi ke, especialmente en comunidades af roamericanas y lat i nas, que ven este programa como una representación del aburguesamiento y por ello no utilizan el sistema”, agregó.
Sin embargo, iniciativas como “Prescribe-a-Bike” y otros planes de descuentos, ahora les permiten utilizar un servicio y una alternativa de transporte que, por su costo, muchos no podían darse el lujo de disfrutar.
Una membresía anual de ‘Citi Bike’ cuesta actualmente $163, mientras que para un pase de 24 horas hay que pagar $12. Esto es un costo difícil de cubrir para muchos en un vecindario con un nivel