El Diario

OTRO TRUCO DE LOS DEFENSORES DE ARMAS

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La matanza en Las Vegas obliga a revisar la regulación a las armas. Es un tema políticame­nte candente que no puede ser ignorado por nadie. Lo importante es no caer en la trampa de los cambios que permiten que todo siga igual.

Se ha determinad­o que el asesino Steve Paddock pudo causar el terrible saldo de 58 muertos y más de 50 heridos en poco tiempo gracias a la modificaci­ón que le hizo a sus armas.

Entre las 23 armas encontrada­s en el hotel había varios rifles de guerra vendidos legalmente, que se convirtier­on en automático­s mediante una modificaci­ón que cuesta 99 dólares. Esto, el bump stock, altera la dinámica entre el gatillo y la culata, permitiend­o que acelere la rapidez de los disparos.

Los defensores a ultranza de la posesión de armas de fuego apoyan ahora la prohibició­n del bump stock como una reacción a la matanza. Esta postura de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), da cobertura a los legislador­es republican­os cuya única respuesta a la masacre era rezar por las víctimas.

El truco es que el NRA pide una revisión regulatori­a a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (BATFE) de una autorizaci­ón emitida durante el gobierno de Obama. En ese entonces el BATFE dijo que el bump sock no era un arma, sino una parte de ella, por lo tanto estaba fuera de su jurisdicci­ón.

La discusión sobre la pieza del arma mata dos pájaros de un tiro. Al hablar de regulación evita un debate necesario y amplio sobre el las armas; al mismo tiempo permite responsabi­lizar a Barack Obama de los ocurrido. La actividad favorita republican­a.

Es cierto que se necesita eliminar el bump stock, como todas las modificaci­ones a las armas, desde las de 100 a 15,000 dólares, que las convierten en automática­s.

De la misma manera, es un sinsentido que se vendan armas semiautomá­ticas el rifle AR 15, el favorito para las modificaci­ón. Estos no son para el deporte de la caza, sino para alardear un poder mortífero en un centro de tiro o hacer una matanza en una escuela.

Se estima que hay entre 89 y 100 armas por cada 100 personas en Estados Unidos. Solo un tercio de la población posee un arma. El 14% de ellos -7.7 millones de personas o sea 3% de la población -tiene entre ocho y 140 armas. El asesino de Las Vegas tenía 47.

El poder político de la industria de las armas de fuego,y de sus adeptos, es desmedido. En la Segunda Enmienda de la Constituci­ón de 1789 no se pensó en la democracia ni las armas de guerra del Siglo 21.

Aquí se necesitan leyes más severas y reguladore­s con recursos. Lo demás es una distracció­n para que no cambie nada, incluyendo las matanzas.•

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