Agenda racista
Congreso (CHC) afirmaron ayer que el paquete migratorio refleja una agenda extremista de la Casa Blanca, y que la bancada demócrata no aceptará un trueque de los “Dreamers” por el muro fronterizo y otros elementos nocivos.
Buscan “terreno común”
La presidenta del CHC, Michelle Luján-Grisham, dijo que en los próximos días su bancada sostendrá reuniones con republicanos moderados, en particular con los que apoyan el “DREAM Act” para la legalización de los jóvenes indocumentados, para discutir la estrategia a seguir.
“Nos aseguraremos de que los republicanos tengan acceso a la verdad, y dejarles agudamente claro que no pueden ser selectivos (en una eventual legislación). Por eso es que un Dream Act limpio es tan importante”, dijo Grisham, al señalar que la mayoría de las encuestas refleja un amplio apoyo para los “Dreamers”.
En lo que sería un acto de rebelión, Grisham advirtió de que la bancada demócrata aceptaría ciertos elementos “razonables” para la vigilancia fronteriza –más fondos para combatir el narcotráfico, por ejemplo- pero suprimiría su apoyo a legislaciones de obligada aprobación entre ahora y diciembre próximo.
“Eso está definitivamente sobre la mesa… vamos a usar todo punto de ventaja que tenemos a nuestro alcance para proteger a estos Dreamers”, prometió.
Así, el plan ha avinagrado aún más las negociaciones entre bambalinas, ya que ambos lados del debate se han atrincherado en sus posiciones: por un lado, están los que exigen un “DREAM Act” sin ataduras y, por otro, los que insisten en que se incluya el -muro y otros elementos para la seguridad fronteriza.
Según los congresistas del CHC, Trump no está “atado” al plan migratorio, que claramente fue elaborado por Miller y el fiscal general, Jeff Sessions, sin aportes de grupos de la comunidad inmigrante.
En ese sentido, el vicepresidente del CHC, Joaquín Castro, dijo que Trump y la Casa Blanca aún están a tiempo de encontrar terreno común mediante una “propuesta seria” que no incluya el muro y otras medidas “inhumanas e irresponsables”.
“Vamos a hablar con republicanos que apoyan algún tipo de alivio para (los beneficiarios de) DACA, y creo que trabajando juntos, tengo esperanza de que podremos lograr un acuerdo”, afirmó Castro.
Afuera del Congreso, una vasta coalición de grupos pro-inmigrantes también condenó el paquete de medidas El Dream Action Coalition emitió un comunicado en el que rechazaba que la agenda nacionalista y de supremacista blanco de Miller fueran las bases para un acuerdo de inmigración. Desde esta organización se abre la puerta a una discusión seria sobre la modernización del sistema inmigratorio pero “no vamos a tolerar un acuerdo que básicamente ayuda a un crupo de inmigrantes solo para perseguir a otro, especialmente niños refugiados de America Central que están escapando la violencia”.
delineadas en siete hojas, calificándolo como una “agenda supremacista”.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, advirtió de que