Plan para apoyar a boricuas que lleguen a Nueva York
El presidente Donald Trump retomó ayer sus ataques contra las autoridades en Puerto Rico, al afirmar que la ayuda de EEUU para los esfuerzos de recuperación en la isla no es “para siempre”, lo que desató airadas respuestas de los demócratas.
Horas antes de que la Cámara de Representantes aprobase un paquete de ayuda de $36,500 millones para Puerto Rico y varios estados azotados por huracanes, Trump regresó a Twitter para atacar en una serie de tres mensajes a las autoridades en la isla por su gestión de la crisis desatada tras el paso del huracán “María” el pasado 20 de septiembre.
Trump nuevamente elogió los esfuerzos de la Administración Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) ante la magnitud del desastre causado por el huracán “María” y la precaria condición de la infraestructura en la isla, pero reservó buena parte de sus ataques a la “total falta de rendición de cuentas”.
“No podemos mantener a FEMA, al Ejército, y a los equipos de respuesta, que han sido increíbles (bajo las más difíciles circunstancias) en Puerto Rico para siempre!”, tuiteó Trump.
Trump atribuyó al gobernador, Ricardo Rosselló, declaraciones sobre una “total falta de rendición de cuentas”, y afirmó que Puerto Rico afronta una crisis fiscal creada principalmente por las autoridades en la isla.
Los principales líderes demócratas del Congreso, Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, en el Senado, de inmediato respondieron a los ataques de Trump, afirmando que EEUU no puede abandonar a los estadounidenses en un momento de gran necesidad.
Por su parte, Schumer indicó que en Puerto Rico persiste “la devastación. Estadounidenses siguen muriendo. FEMA necesita quedarse hasta que complete su labor”.
Tanto la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, como líderes de la diáspora puertorriqueña también acudieron a las redes sociales para responder a los ataques de Trump, y recordarle que EEUU tiene un “imperativo moral” para ayudar a los estadounidenses en la isla.
Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo que aunque EEUU tiene que ayudar a Puerto Rico a reconstruir su economía, el gobierno en la isla tiene que asegurar que Puerto Rico pueda “comenzar a sostenerse sobre sus propios pies”.
Rosselló dijo que recibió garantías del apoyo de Trump a la isla, y afirmó que Puerto Rico no busca trato preferencial ni pide nada que no pediría otra jurisdicción estadounidense.O Ante la llegada de puertorriqueños a la ciudad de Nueva York tras la devastación del huracán María, varios funcionarios de la ciudad y líderes de organizaciones latinas, liderados por la defensora del pueblo Letitia James, han formulado un plan para responder a las necesidades de los sobrevivientes y sus familias.
James, quien anunció la medida ayer, explicó que las agencias del gobierno de la Ciudad y los grupos civiles están colaborando para proveer recursos y servicios de emergencia a los puertorriqueños y residentes de las Islas Vírgenes, desplazados tras los huracanes Irma y María, que buscan refugio temporal o permanente en Nueva York.
“Nueva York siempre ha sido un faro de esperanza y refugio para aquellos que experimentan dificultades y desastres. Hoy abrimos nuestros brazos a los sobrevivientes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes”, dijo James. “Debemos estar preparados para ayudar a las familias que huyen del desastre a medida que llegan a la ciudad”.
La Federación Hispana, Make the Road, Center for Popular Democracy, Northern Manhattan Improvement Corporation, Mothers on the Move y Urban Health Plan son parte de las organizaciones de base que colaboran con James, además de la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito.
“Viajé a mi natal Puerto Rico dos veces desde que el huracán destruyó la isla (…) es desconsolador la falta de respuesta del gobierno federal, pero en la ciudad de Nueva York continuaremos siendo un modelo para el resto del país en nuestros esfuerzos por ayudar a nuestros compatriotas”, dijo Mark-Viverito.
El plan de James se fundamenta en educación, servicios del gobierno, empleo, vivienda y recursos disponibles en las organizaciones de los cinco condados que colaboran.O