Rosa Ramírez
que, tras presentarse en la corte de vivienda el 6 de julio, obtuvieron un descuento del 30% de su renta mensual debido a la falta de gas, una victoria que duró poco. Según los residentes, desde el 2 de septiembre el casero les ha cobrado un aumento de $12.49 por habitación por las mejoras en la fachada del edificio.
“El aumento nos llegó sin previo aviso”, dijo la mexicana Agustina Barrera, madre de tres niños pequeños. “De repente vimos el anuncio del nuevo cobro debajo de la puerta con la factura de la renta del mes. Pusieron algunos ladrillos nuevos fuera del edificio, pero nada que justifique un aumento, porque las mejoras que queremos y no se han hecho son las de nuestros apartamentos”.
Según registros de la Division of Housing and Community Renewal (DHCR), el casero solicitó el incremento legal de la renta en abril pasado, debido a mejoras mayores en el edificio, incluyendo en los apartamentos.
La agencia estatal autorizó el incrementó de $12.49 por habitación, de acuerdo con las normas de renta regulada, controlada y estabilizada.
“El problema es que los desperfectos que hemos reportado por meses no se han corregido”, dijo Agustina, mientras mostraba las goteras en el techo de su cocina. “Como inquilinos teníamos el derecho de apelar, pero no fuimos consultados acerca de ese incremento. Nos enteramos hasta que llegó”.
“Sabrán que no mentimos”
Los arrendatarios, la mayoría jubilados, trabajadores de la construcción y vendedores ambulantes, buscan que las autoridades del estado eliminen el incremento de renta, una batalla que intentan ganar con la asesoría de P.A.’L.A.N.T.E. Harlem, una organización defensora de los inquilinos.
“Estamos pidiendo a DHCR una inspección rigurosa de