Incidenciadeloscinco principales tipos de cáncer por cada 100,000 personas entre las latinas de Nueva York.
tre todos los latinos en Estados Unidos, seguido por las enfermedades cardiovasculares y los accidentes no intencionales. Y, cuando se separan las cifras por género, es el cáncer de seno, precisamente, el tipo de esta enfermedad que mata más a las hispanas.
Más mortal entre latinas
Según estadísticas del reporte “Cancer Facts & Figures for Hispanics/Latinos 20152017” de la ACS, durante el año 2015 fueron diagnosticadas 19,800 mujeres latinas con cáncer de seno (29%), mientras que 2,800 (16%) murieron a causa de esa enfermedad. Aunque las tasa de incidencia de cáncer de mama en las mujeres hispanas son menor que en las mujeres blancas no hispanas (28%), las latinas siguen muriendo en altos números por esta enfermedad cuando se comparan con otros grupos. Esto se puede deber, según el mismo reporte de la ACS, a bajos niveles de realización de mamografías, el retraso en el seguimiento de tratamientos tras haber obtenido pruebas con resultados anormales y al hecho de que muchas latinas no se hacen autoexámenes de sus propios pechos.
“También, las latinas tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con tumores más grandes y con receptores hormonales negativos y ambos son más difíciles de tratar”, aclaró la doctora Guerra.
Este fue el caso de la puertorriqueña Awilda Díaz-Cruz, quien fue diagnosticada con un tipo de cáncer de seno poco común y en estadio tres, por lo que su tratamiento ha sido largo y muy agresivo.
“En enero de 2014, dos semanas después de haberme hecho la última mamografía, yo noté que tenía un cambio en el seno derecho; me esta-
1. Mama
2. Colon y recto
3. Pulmón
4. Cervical y de útero
5. Tiroides ba creciendo mucho. Fui al ginecólogo para un chequeo y me hicieron otra mamografía junto con un ultrasonido y todo salió negativo pero yo seguía notando cambios en mi cuerpo (...) Luego de ir a una especialista del seno y tras una biopsia me descubrieron que tenía cáncer de mama inflamatorio, una forma rara de cáncer de seno”, explicó la boricua de 50 años, quien reside en Nueva Jersey.
“Tuve un tratamiento muy feo y mi quimioterapia fue muy severa. Era una mezcla de cinco medicamentos y los efectos secundarios fueron fuertes. Perdí el pelo y bajé de peso. Luego de terminar la quimio, me hicieron una mastectomía bilateral radical. Y a un mes de la cirugía comencé tratamiento de radiación, con los niveles más altos que se le puedan dar a una persona, por ello sufrí una quemadura de tercer grado en el pecho que tardó meses en curarse”, recordó la paciente.
Desafortunadamente, a pesar de haber tenido nuevas rondas de quimioterapia y radiaciones, el cáncer de Awilda regresó más agresivo –en estadio 4– e hizo metástasis hacia la cavidad del pecho. Actualmente se mantiene bajo un régimen de quimioterapia en pastillas con tamoxifen.
“La expectativa de vida que me habían dado era sólo de seis meses, pero los tratamientos han hecho una gran diferencia. Los primeros dos años y medio yo me sentía completamente enferma, pero ahora, aunque yo sé que el cáncer está allí, controlado por las pastillas, me siento mejor que antes. Ahora tengo esperanza”, expresó la madre de un varón de 19 años y una hembra
de 21. La paciente hispana le aconsejó a otras madres latinas que hablen con sus hijas sobre sus cuerpos, sus senos, sobre las mamografías u otros chequeos que se puedan hacer. “Si tienen algo extraño en su cuerpo que insistan con los
dijo.. doctores para que las revisen cuanto antes”,