Joe Girardi:
Los Yankees y los Astros enfrentan hoy en el Minute Maid Park de Houston un juego que puede poner a los Bombarderos en la Serie Mundial o puede dar un aliento decisivo a los dueños de casa y llevar la serie hasta el séptimo juego.
Para la tropa de Joe Girardi el juego de hoy representa un desafío que atienden con la posibilidad de que si pierden hay un día más.
Un mix de novatos, parte de los nacientes “Baby Bombers” con el apoyo de algunos veteranos vuelven a verle la cara a Justin Verlander, uno de los lanzadores más dominantes del circuito y que ya derrotó a Yankees en el segundo juego.
Para que la gestión de esta noche acabe bien, los neoyorquinos van a necesitar de la acción de los cuatro hombres clave en su ofensiva: Aaron Judge (.200, 3 HR y 10 remolques), Gary Sánchez (.200, 3 y 8), Greg Bird (.265, 3 y 6) y Didi Gregorius (.275, 3 y 7).
Convertidos en peloteros de todos los días y de todas las exigencias, dejan atrás sus números de la temporada regular para buscar hazañas en octubre.
Gary Sánchez, dueño de una semana tremenda en la que fue gestor de las victoria en los juegos cuatro y cinco tiene su versión.
“Ha sido clave escoger bien los lanzamientos, buscar pitcheos altos en la zona y conectar”, dijo Sánchez, quien aportó doble de dos carreras el martes y jonrón y dos rayitas más el miercoles en el juego cinco.
Ese impulso ganador es el que va a tratar de cortar Justin Verlander, quien sólo necesita que sus compañeros Altuve, Correa y compañía le den un colchón de unas pocas carreras para hacerse cargo de todo.
“No hay revancha”, dice Didi Gregorius. “Él [Verlander] va a hacer su trabajo y nosotros el nuestro. Nosotros sabemos lo que queremos”.
Como el buen pitcheo siempre vence al buen bateo, en el “big four” de Yankees saben que Verlander en su primera cita ya pudo con Sánchez y Judge, a los que dejó sin hit en cuatro turnos y les regaló dos chocolates a cada uno.
Un “big four” que representa casi el 70% de la ofensiva de Yankees y por eso, si es que el veneno de Verlander somete a unos, otros creen que pueden dar la cara.