ASTROS DODGERS
B@Ricardo_Deporte Después de haber esperado 29 años para regresar a una Serie Mundial y luego de una temporada de 104 juegos ganados, la mejor de su historia en California, los Dodgers depositan sus esperanzas en el brazo de un pitcher de casi 38 años de edad que hace tan sólo dos años se encontraba sin trabajo.
No suena del todo alentador. Pero tal vez sea lo mejor que le pudiera ocurrir hoy al equipo y a una nerviosa ciudad de Los Ángeles, todavía incrédula tras ver el derrumbe sufrido por Clayton Kershaw el domingo en Houston.
Rich Hill ha demostrado que tiene el pitcheo y el corazón para poder mantener con vida a los Dodgers. En el juego 2 de la serie, su manager lo sacó luego de 4 innings lanzados con sólo una carrera, 3 hits, 7 ponches y 3 bases por bolas. Houston ganaba 1-0 con Justin Verlander en el montículo.
El plan de Dave Roberts era entonces emplear a sus relevistas, que llegaban al partido inmaculados durante 25 innings consecutivos en la postemporada. El bullpen se cayó en ese juego y a la sombra del resultado la recortada salida de Hill (60 lanzamientos) fue vista como un desperdicio.
Hoy es distinto el panorama. Los relevistas de los Dodgers se encuentran desgastados física y mentalmente. Roberts necesita de una salida relativamente larga del zurdo.
Hill tiene su gran cita. En su carrera de Grandes Ligas que empezó en 2005, nunca tuvo una oportunidad de establecerse hasta la temporada de 2016, cuando entregó números de 12-5 y 2.12 jugando para Oakland y Los Ángeles. Un año antes, tras ser dejado sin trabajo por los Nacionales de Washington, se unió al equipo de los Ducks de Long Island de la Liga del Atlántico.
Hill, un hombre que ha remado contracorriente, ha recordado esos días en los que en ocasiones jugaba en estadios que no tenían un baño como punto de motivación. J. Verlander (15-8)
Hoy / Estadio:
R. Hill (12-4)
8 pm
Dodger Stadium TV: FOX/FOX Deportes