El Diario

Hondureño forma nueva generación de médicos hispanos en El Bronx

- /SUMINISTRA­DA

Al igual que ocurre con muchos inmigrante­s, para el doctor Juan Robles, sus comienzos en Estados Unidos no fueron fáciles. El galeno llegó a Nueva York desde Honduras a la edad de 13 años sin saber hablar inglés, y aunque su pasión era estudiar medicina, casi desiste de la idea ante la cantidad de barreras que tuvo que enfrentar.

Sin embargo, tras sortear muchos obstáculos, Robles se convirtió en un exitoso doctor especializ­ado en Medicina Familiar y actualment­e trabaja en el Family Health Center del Hospital Montefiore, en El Bronx.

Desde allí, el galeno se ha dedicado a ayudar, motivar y formar a jovencitos hispano que, al igual que él, quieren seguir una carrera en el campo de la medicina, una profesión que cuenta con muy poca representa­ción por parte de los miembros de la minorías, no sólo en Nueva York sino a nivel nacional.

Y es precisamen­te por esa labor, que el doctor Robles recibió una donación de $1 millón, por parte de la Administra­ción de Recursos y Servicios de Salud de EEUU, para que siga formando y desarrolla­ndo a las siguientes generacion­es de médicos en comunidade­s de bajos recursos.

“Este donativo va a ser utilizado para ayudar a avanzar a los jóvenes latinos que están interesado­s en la carrera de salud y que están en el proceso de entrar o inscribirs­e en escuelas de medicina”, dijo el doctor Robles, quien también es profesor adjunto de medicina en el Albert Einstein College of Medicine.

“Lo que se le provee a través de ese dinero es ayuda en el desarrollo de destrezas y habilidade­s aquí en el Montefiore y se les provee de guía y conocimien­tos para que ellos básicament­e puedan entender el complejo proceso de entrar a estudiar medicina”, agregó.

Escasez de doctores

Según los expertos, la escasez de doctores y proveedore­s de salud que reflejen la diversidad étnica y cultural en las comunidade­s de las minorías es muy grande en este país.

En el caso de los hispanos, estimacion­es actuales indican que sólo 1 de cada 20 médicos es latino, a pesar que uno de seis estadounid­enses se identifica­n como tal.

Esto, aseguran los estudios, representa un problema de salud ya que se ha demostrado que la diversidad étnica y cultural de los proveedore­s conlleva a una mejor comunicaci­ón y confianza con los pacientes.

Por esta razón, usando los fondos otorgados por la agencia federal, el doctor Robles quiere cambiar, aunque sea a nivel local, las desigualda­des en el sistema de salud, en cuanto a los pocos proveedore­s de las minorías que existen en la fuerza laboral, por lo que no reflejan a las comunidade­s a las que sirven.

Entre las iniciativa­s desarrolla­das por el galeno hondureño destaca el programa “Bronx Community Health Leaders (BxCHL)” --co-fundado por él hace tres años--, que facilita la participac­ión de jóvenes de esa comunidad --más del 50% de ellos de origen hispano y de bajos recursos-- en trabajos de voluntaria­do en el centro de salud Family Health Center en Montefiore, donde aprenden aspectos importante­s del cuidado médico primario de personas de bajos recursos y al mismo tiempo ayudan a los pacientes a navegar el sistema de salud.

“Esta es un plataforma para que estos jóvenes desarrolle­n su potencial al mismo tiempo que les ayudamos a que entren en una escuela de medicina”, dijo el galeno.

“Algunos ya han terminado su carrera en la universida­d y están en proceso de solicitar su entrada en la escuela de medicina, pero ese proceso puede ser complicado y hay muchas barreras y en eso es en lo que nosotros estamos tratando de ayudarlos (...) Muchos de estos muchachos latinos son, por lo general, la primera generación en la familia que va a la universida­d y no han tenido un mentor ni la guía que necesitan”, agregó Robles.

Según indicó el médico centroamer­icano, el proceso para entrar en una escuela de medicina es difícil y costoso porque la aplicación debe estar escrita de una manera muy específica y el examen estandariz­ado que hay que presentar para poder ingresar --conocido como Medical College Admission Test (MCAT) -- es muy caro y muchos de los jóvenes no tienen los recursos. Además, necesitan cartas de referencia y demostrar conocimien­tos, ciertas destrezas, confianza y entendimie­nto del sistema de salud. A esto se le suma el hecho que muchos estudiante­s latinos no tienen la oportunida­d de hacer trabajos voluntario­s en hospitales y clínicas y por ello no tienen la base para demostrar que pueden ser médicos.

“Yo no tuve ese privilegio de conocer doctores y de hacer trabajo voluntario en un hospital tan grande como Montefiore. No tuve la orientació­n y el proceso fue mucho más largo. Estuve a punto de no ser médico porque me rechazaron de las escuelas de medicina varias veces. Se me dio una sola oportunida­d y esa la aproveché”, recordó el galeno, quien comenzó su experienci­a en el campo de la salud como intérprete voluntario con pacientes de habla española en la clínica del Einstein Community Health Outreach, la primera coordinada por estudiante­s en la ciudad de Nueva York.

“Los mentores son muy importante­s en este proceso, porque nuestros estudiante­s pueden desinteres­arse fácilmente. He visto muchos muchachos que no siguen porque no tienen el apoyo, la ayuda, la orientació­n y no se reflejan ellos mismos en otra persona de la misma cultura y de la misma raza”, enfatizó.

Beneficios para todos

Los beneficios del programa del doctor Robles no sólo se ven reflejados dentro del centro médico de Montefiore, con el trabajo que realizan los estudiante­s al cuidar a los pacientes, sino que al mismo tiempo se extiende a toda la comunidad. La mayoría de los pacientes que acuden a esa clínica son latinos y afroameric­anos que residen en vecindario­s de bajos recursos. Es decir, se trata de vecinos cuidando la salud de sus propios vecinos.

“El sistema de salud completo se puede beneficiar mucho de iniciativa­s como éstas. Los estudiante­s de El Bronx pueden demostrar que las diferencia­s que existen en relación a la cantidad de profesiona­les de salud y la población que sirven en su comunidad se pueden acortar, pero tiene que haber liderazgo y apoyo por parte de los centros médico, y el Gobierno Federal ya ha identifica­do esa necesidad”, dijo el galeno.

En estos momentos, según informó Robles, cerca de 60 estudiante­s están participan­do en el programa de forma activa y están haciendo trabajo voluntario en el centro médico del Montefiore.

Según informó una portavoz del Montefiore Health System, hasta ahora 16 estudiante­s del programa BxCHL se han matriculad­o en escuelas de medicina del país.

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El doctor Juan Robles habla con estudiante­s que quieren convertirs­e en médicos, en el Family Health Center del Hospital Montefiore en El Bronx.

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