Aprovecha su apogeo
El otoño no sólo dicta un cambio en el guardarropa, también lo dicta en las alacenas y el frutero. Con la caída del follaje llegan a los mercados ingredientes ideales para protagonizar una cocina cálida de esas que apapachan no sólo el paladar sino el alma.
Gracias a la abundancia de calabazas, peras, manzanas, ciruelas, camotes y un sinfín de frutos secos, la cromática de los platillos otoñales regala, como el color de las hojas, tonalidades anaranjadas, marrones y ocres.
“La naturaleza es sabia y pone a nuestra disposición ingredientes, como membrillos, mandarinas, toronjas, acelgas, almendras, avellanas y otros productos grasos o ricos en vitamina C, que se adaptan a cocciones lentas y mantienen cálido y saludable a nuestro cuerpo”, comenta Mónica Patiño, chef de La Taberna del León.
Es también en la antesala al invierno cuando las especias comienzan a adueñarse de la cocina y a perfumar con sus aromas el anuncio de una Navidad cada vez más próxima. Anís estrella, vainilla, canela, cúrcuma, cardamomo, nuez moscada, semillas de cilantro... son grandes aliados de las cremas, los estofados, las compotas y las tartas que caracterizan a esta temporada.
Algunas frutas y verduras para armar tus menús de temporada:
Guayaba: hazlas en una compota aromatizada con canela Calabazas: la de castilla en tacha es un clásico mexicano Berenjena: rellenas de carne, arroz y pimiento al estilo árabe Col: haz un fermentado (chucrut) y acompáñalo con salchichas
Coliflor: pruébala en una crema con tocino y avellanas tostadas
Nabo: combínalo con manzanas en una ensalada otoñal Porro: convierte la famosa sopa con papa en una crema