Cada vez es más común que arrendadores declinen alquilar sus propiedades a familias con niños pequeños, un acto de discriminación que puede ser penalizado
Liberarse del abuso doméstico llevó a la mexicana Rosa María Téllez y a sus cuatro hijos de 1, 5, 11 y 25 años, a refugiarse en los albergues de la ciudad. La madre asumió que su paso por los centros de acogida sería temporal, no más de seis meses; sin embargo, buscar un apartamento digno implicó poco más de un año y medio.
Téllez contó que durante ese periodo visitó unas 30 casas y apartamentos en los cinco condados, pero en la mayoría de sitios la respuesta de los caseros fue la misma: “no alquilo a familias con niños pequeños”, “los niños molestan y destruyen” y “los vecinos no quieren niños cerca”.
La madre comentó que su búsqueda de apartamento se complicó aún más porque los caseros declinaron aceptar su baucher de Sección 8 otorgado por el Departamento de Conservación y Desarrollo de Viviendas (HPD).
“Empecé por buscar una casa en Queens, en donde viví por años. Fue frustrante encontrarme con caseros que no aceptaban niños ni el baucher. No sabía que estaba siendo discriminada, fueron meses de mucha lucha y de mucho sufrimiento”, dijo Rosa. “Nadie merece ser discriminado por ser madre y sobreviviente de violencia doméstica, pero es lo que muchas familias viven todos los días. En el refugio conocí a otras madres que experimentaron lo mismo”.
Rosa, una beneficiaría de la Visa U, comentó que tras muchos intentos logró alquilar una casa en El Bronx, en el vecindario de Wakefield.
“Fue un alivio que el propietario mostrara sensibilidad a la situación en la que vivían mis niños. Estamos contentos en la casa, aunque vivir en El Bronx nos mantiene aislados, porque hicimos nuestra vida
Multas civiles
en Queens. Dejamos atrás familia y amigos”, expresó.
Una situación similar enfrentó la guatemalteca Jovita Rodríguez, madre de dos niños de 5 y 7 años. La residente de Queens explicó que en la mayoría de afiches en los que se anuncian apartamentos vacantes se lee la misma consigna: “se renta solo a personas solteras”, “cuarto para pareja sin niños”, “no niños”.
“No tiene corazón el que le niega techo a un niño. Los caseros ven a nuestros hijos como una plaga. Un niño juega y hace ruido porque esa es su naturaleza, no entiendo por qué a la gente le molesta tanto”, dijo Rodríguez, quien consiguió un apartamento en Woodside tras siete meses de búsqueda. “En las noticias se ven casos horribles de niños maltratados y todo el mundo reacciona en el Facebook con emoticones tristes, pero en la realidad se hace muy poco por darle a los niños un trato respetuoso. Negarles el techo también es maltrato”.
Una acción ilegal
“Negar vivienda a familias con niños no solo es inhumano, también es ilegal. Es un acto de discriminación atroz, porque en este tipo de casos las víctimas son menores indefensos que merecen un lugar decente y seguro donde crecer”, dijo Elsia Vázquez, directora ejecutiva de PA’LANTE Harlem, una organización para la defensa de los inquilinos.
En el estado de Nueva York es ilegal desde 1921 que un propietario, casero o intermediario se niegue a alquilar la propiedad a familias con niños, mujeres embarazadas o inquilinos con la intención de tener un hijo, según la sección 236 de la Ley de Propiedad.
Un estatuto relacionado prohíbe a los propietarios utilizar cláusulas de arrendamiento que exijan que los inquilinos permanezcan sin hijos durante el plazo del arrendamiento. Al principio, ambas leyes fueron efectivas solo en la ciudad de Nueva York, pero en 1980 se extendió en todo el estado.
Desde 1983, la ley permite a los inquilinos demandar a los propietarios que se niegan a alquilar a familias con niños. Según la legislación, un tribunal puede otorgar a la víctima el apartamento negado ilegalmente por