Reforma fiscal tendrá efectos en la isla
Evalúan las consecuencias para la debilitada economía local tras el paso del huracán
Puerto Rico evalúa las consecuencias de la aprobación por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos el pasado jueves, de un proyecto dirigido a reformar el sistema tributario que se teme perjudique la economía de la isla.
Economistas y analistas puertorriqueños coinciden ayer en que la iniciativa, de ser ratificada en el Senado de EEUU, supondrá un duro golpe para la debilitada economía local, que trata de recuperarse de los devastadores efectos del huracán María que arrasó la isla y que debe lidiar con una deuda impagable de cerca de $70,000 millones.
El presidente estadounidense, Donald Trump defiende esta reforma fiscal como una rebaja impositiva fundamental para revitalizar la actividad económica y acelerar el crecimiento anual de EEUU por encima del 3 %, pero en Puerto Rico entienden que, en sentido contrario, puede suponer un duro golpe para su economía.
La razón es que la reforma fiscal incluye un arancel del 20 % para los productos que se exportan a Estados Unidos -en este caso desde Puerto Rico-, amenazando la base industrial de la isla.
La reforma fiscal incluye ese impuesto del 20 % a las ventas de los productos manufacturados por las Corporaciones de Control Foráneo (CFC), incluidas las de Puerto Rico, cuando son adquiridos por sus matrices en Estados Unidos.
El Gobierno de Puerto Rico entiende que ese impuesto a las empresas estadounidenses que fabrican en la isla puede desincentivar su permanencia en el Estado Libre Asociado, lo que supondría un auténtico desastre para una economía ya en situación de “coma” por los miles de millones de dólares de pérdidas a causa del huracán María.
El ciclón dejó una senda de destrucción que el gobernador, Ricardo Rosselló, cuantificó por encima de los $80,000 millones, tomando como fuente a una agencia de evaluación de crédito, a lo que se suma la deuda, actualmente en proceso de reestructuración bajo la supervisión de un juez federal.
El catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico José Alameda dijo ayer sobre el asunto que, de ratificarse el proyecto por el Senado, supondrá un encarecimiento de los productos manufacturados en la isla caribeña que acaban en el mercado de EEUU.
“Las empresas -si se aprueba el proyecto- podrían valorar su salida de Puerto Rico”, aseguró el economista, para quien otra posibilidad es que al tener que pagar mayores impuestos por introducir sus productos en EEUU reduzcan su producción, lo que significaría a la larga una reducción de unos empleos muy necesitados en la isla.
Alameda indicó que en ese nuevo escenario las empresas, para permanecer en Puerto Rico, podrían exigir nuevas ventajas fiscales al Gobierno de la isla, los que significaría, en definitiva,
Asociado.. menor recaudación para las arcas públicas del Estado Libre