Estrategias para minimizar la exposición química
“La industria de belleza es principalmente auto-regulada,” dice Zota. Por ejemplo, si se cree que un producto es dañino, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) intervendrá únicamente después de que se hayan enfermado las personas. Aún entonces, la agencia generalmente deja que el fabricante decida si retira o no un producto de las tiendas o los aparadores de las estéticas.
Hasta que esas reglas cambien, los consumidores están prácticamente solos navegando el mar de los incomprensibles nombres químicos de los productos, dice Nudelman.
“Es crucial que los consumidores sepan que algunas exposiciones pueden ser dañinas,” dice Llanos. “Deberían estar conscientes para que puedan tomar decisiones informadas y minimizar su exposición.”
Lee las etiquetas con cuidado.
Cuando sea posible, evita los productos que contengan químicos con la mayor evidencia de posible daño, como formaldehido, mercurio, tolueno (un solvente industrial que puede afectar al sistema nervioso), y plomo.
“Los tintes de cabello, relajantes de cabello, barniz de uñas y cremas para aclarar la piel están entre lo peor de lo peor cuando se trata de los productos de belleza,” dice Nudelman. Algunos barnices de uñas, por ejemplo, contienen químicos tóxicos como tolueno y formaldehido que han sido ligados al cáncer y a defectos de nacimiento, dice.
Sin embargo, solo porque un ingrediente tenga un nombre difícil de pronunciar, no significa que no sea seguro, y se necesita realizar más investigación sobre muchos de estos riesgos potenciales. Shamasunder dice que entrar a algunos sitios web de organizaciones no gubernamentales como Black Women for Wellness y Safecosmetics.org, puede ayudar a determinar cuáles son los químicos preocupantes, en dónde se encuentran y cómo encontrarlos en las etiquetas de los productos.
Evita las fragancias.
Nathaniel DeNicola, M.D., un experto en salud ambiental del Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y un miembro de la facultad de obstetricia y ginecología de George Washington University, dice que los productos que contienen fragancias tienden a contener ftalatos, químicos que alteran al sistema endócrino.
Evítalos por completo comprando productos con la etiqueta que dice “libre de fragancias”. Ten en mente que los productos que dicen “sin fragancia” no son lo mismo que los que dicen libre de fragancias y podrían contener ftalatos aún así, dice DeNicola.
Utiliza menos productos en general.
“Parte de esto se trata de cuestionar si algunos de estos productos necesitan ser utilizados, en primer lugar,” dice Zota. “Ninguno de los productos que mencionamos específicamente en los comentarios son ‘necesarios.’”
Revisa los productos que utilizas diariamente y elimina los que no sean esenciales, especialmente si contienen alguno de los ingredientes más preocupantes.