La vida en ambiente hostil, reto de la medicina espacial
Mantener vivo a un ser humano en el espacio exterior resulta todo un reto para la Medicina, ya que el astronauta “es sometido a un ambiente hostil”: la ausencia de biosfera, la soledad, los problemas oculares y la atrofia muscular requieren de una atención estricta.
Los astronautas deben tener “una educación médica básica”, dada la habitual ausencia de profesionales de la salud en los viajes espaciales, en los que deben enfrentar “frío extremo, la radiación solar y cósmica, el respirar un aire filtrado y reciclado”, dijo el presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina del Espacio y Microgravedad (SOMMEM), Raúl Carrillo.
Los seres humanos nos desarrollamos en un lugar cálido, con control de temperatura y oxígeno, y una gravedad que nos permite un desarrollo muscular y óseo que da pie a una cotidianeidad.
La espacial es la rama de la Medicina que se apoya en una serie de ciencias afines tanto para evaluar y prevenir como pra dar tratamiento a las enfermedades que puede tener el hombre en un ambiente de microgravedad.
Cuando se realiza un viaje de 384.400 kilómetros (distancia de la Tierra a la Luna), lo cotidiano -”despertarse, tomar café, hacer ejercicio, dormir, eliminar desechos”se traslada a un “ambiente hostil”.
“El cosmonauta está sujeto a una gran cantidad de bacterias y contaminantes propios de la estación espacial. No hay día y noche, toda la jornada está bajo luz artificial”, relató.
Además, tiene que dormir “amarrado, pues la posición fetal sin gravedad le provoca dolores de espalda”.
Para ello, se requiere de una preparación especial que, más allá de lo físico, debe instruir al profesional a soportar “el aislamiento extremo”, ya que “esa soledad, al paso del tiempo, por más preparado que esté, le va a acabar impactando”.
Otro de los principales problemas es la pérdida parcial de visión que suelen sufrir los
astronautas a causa de la microgravedad. Por ello se les otorga aparatos de monitoreo de retina, a fin de que constaten un correcto flujo ocular.
Por todo esto, “las naves espaciales cuentan con un kit de cirugía menor para cualquier lesión que pudieran tener los viajeros, o un aparato de ultrasonido que, de manera no invasiva, te permite ver cómo estás por dentro”, entre otras cosas.
Mantener la forma física allí arriba resulta esencial para evitar “osteoporosis, sarcopenia y problemas articulares”, por lo que se asignan “estrategias de rehabilitación” que incluyen aparatos como una bicicleta estática, una cinta para correr y un dispositivo para hacer ejercicio isométrico.
Por su parte, la gerente de Medicina Espacial y Cibersalud de la Agencia Espacial Mexicana, Fabiola Vázquez, indicó que están desarrollando un dispositivo que elimina “el vértigo de los astronautas”.