EL MUNDO AVANZA SIN TRUMP
Mientras el EEUU bajo Dona ld Trump se retira paulatinamente de la arena mundial, el resto del mundo trata de hacer frente a los resultados de las decisiones de la administración, enfocadas en revertir el legado del expresidente Obama, una obra tras otra.
Una de las más perniciosas ha sido retirar al país del acuerdo de París de 2015, un documento internacional en el marco de Naciones Unidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el calentamiento global.
Allí, Washington se comprometía a reducir las emisiones contaminantes en un 27% para 2025 respecto a 2005.
EEUU es el único país del mundo en renegar del acuerdo de París. Las 195 naciones de la Tierra reafirmaron su compromiso al bienestar del planeta y a tomar medidas prácticas en cada uno de ellos.
La decisión de Trump, que entra en vigor en 2020, no fue motivada sólo para cumplir una promesa de campaña, ni porque dude que el cambio
Cambio climático
climático es obra de nuestra actividad industrial. La guía una preocupación a brevísimo plazo por los beneficios financieros de las industrias contaminantes.
Para avanzar medidas concretas al respecto se reunió en Bonn, Alemania, la 23 Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP23).
En estas circunstancias cobra importancia la participación en la conferencia de representantes de gobiernos locales y estatales y de corporaciones de nuestro país, bajo el nombre de Centro de Acción Climática de Estados Unidos (USCAC), con los estados de California y Nueva York en papel líder. Estos se oponen a la posición intransigente y antiglobalista de Trump y propician un esfuerzo conjunto para aliviar a nuestra población de los efectos perniciosos del cambio climático.
En estas reuniones a nivel ministerial y ejecutivo, los países del mundo deben establecer las reglas para ayudar a los países pobres a cumplir con las metas de reducción del calentamiento global.
El retiro de EEUU dificulta esta tarea, tanto por la desaparición de su contribución financiera al cambio como porque causa la séptima parte de la contaminación mundial, donde solo le sigue a China.
Aunque la s metas del ineadas en el acuerdo de París son modestas y en gran medida insuficientes, es la mejor oportunidad existente para impedir una catástrofe ambiental a corto plazo. Gracias a la participación de los gobiernos estatales de EEUU y al frente unido del resto de las naciones del orbe, lo que va de la conferencia ya significa una derrota a los esfuerzos de Trump de detener el progreso mundial en este ámbito. Un buen comienzo.
Ojalá que la postura estadounidense se revierta y los esfuerzos por evitar una catástrofe global rindan el fruto que requieren.•