Senado se alista para aprobar el polémico plan de recorte de impuestos
Los demócratas y activistas advierten de que el proyecto perjudicará a los inmigrantes y las minorías
B@mariauxpen Tras superar enormes trabas y luchas internas, los líderes republicanos del Senado parecían tener ayer los 50 votos mínimos para aprobar una polémica reforma fiscal, con recortes de impuestos por $1,500 millones en una década, y piensan someterla a voto definitivo en las próximas horas.
El plan de reforma tributaria, que sería el primero de gran envergadura en los últimos 31 años, tuvo que sufrir numerosos cambios para acomodar a varios senadores republicanos que exigían cambios en torno a asuntos como deducciones locales y estatales.
“Tenemos los votos”, dijo a secas el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, al salir de una reunión con líderes de su bancada.
Al cierre de esta edición, el Senado aún no había sometido a voto final el proyecto de ley, que de todas maneras tendrá que ser armonizado con el que aprobó la Cámara de Representantes el mes pasado.
Al recurrir a ciertos reglamentos parlamentarios, McConnell sólo necesita 50 votos, y si surge un empate, el vicepresidente Mike Pence, en su calidad como presidente del Senado, acudiría al Capitolio para romperlo.
Los republicanos, que tienen 52 de los 100 escaños en el Senado, no pueden permitirse el lujo de más de dos disensiones a la hora de votar el plan.
De ser aprobado, el Senado entregaría al presidente Donald Trump una importante victoria legislativa, porque fue una de sus promesas electorales durante la contienda de 2016.
Como es su costumbre, Trump acudió a Twitter para destacar que la aprobación del plan fiscal representa una oportunidad única que solo surge “en una generación”, y que, a su juicio, la única traba son los “demócratas obstruccionistas”.
Más tarde, dijo que el plan “encenderá a la economía con niveles de crecimiento jamás vistos en generaciones”, pero la bancada demócrata ha tildado el plan como un gran “engaño” que perjudicará a la clase media y pondrá en riesgo programas que ayudan a gente necesitada.
Trump ha estado haciendo campaña por el polémico plan desde hace varias semanas. El martes pasado, se reunió en privado con senadores republicanos en el Capitolio, y horas después el Comité de Presupuesto del Senado lo aprobó sobre líneas partidistas.
Al día siguiente, viajó a Missouri para “vender” los
Inmigranes perjudicados