¿Crees que tu hijo es hiperactivo? Cuidado con su dieta
Mucho se ha dicho sobre el efecto que tienen ciertos alimentos en la hiperactividad y el rendimiento académico de los niños. Desde 1973, cuando el doctor Ben F. Feingold presentó su idea, ante la American Medical Association, de que algunas comidas y colorantes afectaban el comportamiento de ciertas personas, científicos y médicos han intentando probar su hipótesis, pero las pruebas aún son insuficientes para lograrlo.
Muchas investigaciones no pueden generalizarse. Sin embargo, muchas familias se embarcan en la tarea de eliminar alimentos de la dieta diaria sin considerar los riesgos de salud que puede traerles.
“Muchos médicos y hasta famosos de Hollywood promocionan la idea de que estas dietas, como las libre de gluten, son algo saludable y sofisticado, pero no es tan fácil”, dice el gastroenterólogo pediátrico Joseph Levy.
La llamada dieta Feingold o Kaiser Permanente abrió campo a la tendencia de consumir más productos orgánicos, lo que a la vez ha impulsado movimientos de padres y consumidores alrededor del mundo. Debido a la presión de estos grupos, compañías alimenticias han modificado sus productos de mayor venta: por ejemplo, desde 2016 Kraft Foods cambió la fórmula de sus emblemáticos “Macaroni & Cheese” para sustituir los colorantes sintéticos amarillo #5 y #6 con pimentón, cúrcuma y achiote.
Sin embargo, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) considera que no hay suficiente evidencia científica para vetar estos colorantes.
“Yo creo que todos debemos comer más sin colorantes y aditivos, con menos azúcar y con más alimentos naturales, porque vivimos en un mundo en el que consumimos muchos alimentos procesados, pero esto no es solo válido para los niños hiperactivos, sino para la población en general”, expresa Levy.
Según Lidy Pelsser, médica del Centro de Investigaciones sobre el Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD en inglés) en los Países Bajos, 64% de los niños con ADHD experimentan hipersensibilidad a la comida. En su artículo en la publicación médica The Lancet, de 2011, refiere que “una dieta de eliminación, estricta y supervisada, es un instrumento valioso para saber si el ADHD es producido por la comida”, pero —acota—estos trastornos pueden ser causados por múltiples factores externos.
Levy apoya la idea de hacer pruebas por un periodo de dos o tres meses para ver, objetivamente, si hay cambios de comportamiento y mejoras en el rendimiento escolar. En niños con autismo, por ejemplo, es común que se restrinjan los lácteos y el gluten.
“Hay ciertos pasos médicos que deben tomarse antes de iniciar un régimen como estos para no poner en riesgo al niño”, alerta el médico de NYU Langone Medical Center. “Además de la reducción de nutrientes, el riesgo de aumentar de peso y lo limitante y costoso que son esas dietas son factores negativos” que se deben considerar. Hacerlo bajo la supervisión médica es muy importante, especialmente para descartar enfermedades.l