El ataque no fue una casualidad
B@DavidRamirezPO
No fue una casualidad que el fallido ataque suicida perpetrado por Akayed Ullah haya sido un lunes, a la hora pico y en la estación considerada la más grande y congestionada del sistema de transporte de la ciudad de Nueva York: Times Square.
De acuerdo a cifras de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), unos 66,359,208 pasajeros utilizan anualmente Times Square, donde convergen 12 de las principales líneas del metro y acoge además al terminal de buses Port Authority.
Aunque fallara, quedó claro que la intención de Ullah era detonar los explosivos que llevaba adheridos a su cuerpo y causar la mayor cantidad de víctimas posibles, en un sistema de transporte masivo como este, que transporta una media de 5.7 millones de pasajeros diarios.
“Gracias a Dios que el perpetrador no logró sus objetivos finales. El personal de primeros auxilios estuvo allí rápido para abordar la situación y asegurarse de que las personas estuvieran a salvo”, aseveró el alcalde Bill De Blasio
Poco después del ataque, el gobernador Andrew Cuomo anunció un plan para aumentar la seguridad en lugares de alto perfil en todo el estado, incluidos aeropuertos, puentes, túneles y sistemas de transporte público.
Cuomo dijo que el operativo incluye varias agencias estatales que incluye a la Policía Estatal de Nueva York, la Guardia Nacional, la División de Seguridad Nacional y Servicios de Emergencia, la Autoridad Metropolitana de Transporte y la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
“Se está desplegando personal adicional en áreas de alta densidad y grandes reuniones públicas. Estas son medidas de precaución, no basadas en ninguna inteligencia específica sobre amenazas en curso”, precisó el gobernador.
Bruce Schneier, un experto de la universidad de Harvard declaró a The Village Voice que, en base a la información disponible en este momento, no hay nada que la ciudad pueda haber hecho para prevenir este tipo de ataque.
Los ataques de un solo actor, dijo Schneier, son casi imposibles de prevenir. En cambio, sugiere poner el riesgo del terrorismo en contexto: en comparación con otros riesgos a los que nos exponemos todos los días, la amenaza del terrorismo es infinitamente pequeña, incluso en Nueva York. A modo de ejemplo ilustró el experto, 179 personas murieron en accidentes de tráfico este año y otras 46,000 resultaron heridas. Al promulgar el “teatro de seguridad” para tratar de prevenir lo inevitable, Schneier argumenta que nos hacemos más daño que a los terroristas. Su consejo es: “superarlo, seguir adelante”.l