¿Será esta tercera, la vencida para AMLO?
El líder izquierdista hace oficial su candidatura presidencial
Querido y odiado. Vilipendiado y adorado. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el fundador Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido de izquierda más radical en el país llega al registro de sus aspiraciones presidenciales por tercera ocasión en su carrera política como el favorito de las encuestas preparado para la batalla.
Obrador pudo oficializar cualquier otro día sus ya cantadas intenciones, pero decidió hacerlo el día del aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe como un símbolo con múltiples interpretaciones (los analistas lo ligan a un acto populista) para las elecciones de 2018.
El tilde de populista es una loza que carga desde su primera contienda contra Felipe Calderón (2006), debido a discursos donde propone soluciones mágicas al estilo de “erradicaré la corrupción’’ aunque sin develar bien a bien cuáles serían sus estrategias como sí lo hizo en caso de la violencia, para la que consideró una amnistía para los narcotraficantes.
Esta propuesta le trajo muchas críticas que no lo doblaron. “La violencia no se combate con violencia’’, respondió.“Olvido no, perdón sí’’.
López Obrador, de 64 años, ha sido más flexible en temas económicos (sin dar muchos detalles, una de sus particularidades ) que preocupan a las clases medias y hasta se hizo aliado de algunos de los empresarios más importantes del país como Alfonso Romo y Adrián Rodríguez.
El primero, sobrino-nieto del héroe revolucionario Francisco y Madero, y fundador de varias empresas de agrotecnología, aseguradoras y educativas dijo en una entrevista con la revista Forbes que “El Peje’’ lo convenció después de que analizó sus acciones a detalle, “como si fuera a comprar un negocio’’ y de dio cuenta de que “tiene razón’’ en sus inconformidades.
“Es sensible, sensible, inteligente y culto’’, describió Romo a AMLO poco después de que éste lo nombró coordinador de la elaboración del Proyecto de nación 20182024 mientras que a Adrián Rodríguez, exvicepresidente de Cervecería Cuauhtémoc, lo empuja como posible encargado de Economía y Desarrollo en el gabinete, si gana.
Desde otra perspectiva, sus opositores consideran que no es más que un “dictador en potencia’’ (estás con él o contra él) que ha apoyado a grupos sindicales acusados de corrupción y manipulación de la educación al punto de oponerse a la enseñanza del idioma inglés, o a la apertura
Polémico
petrolera, un factor polariza y divide a la sociedad.
Lo cierto es que López Obrador aún mantiene sus ataque de corte clasista salpicados de humor en sus mensaje políticos. Puede llamar “pirrurris’’ (una forma denigrante de referirse a los ricos) al candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya, o decir que sus contrincantes no conocen al país porque “están muy blancos’’ o hacer generalizaciones para descalificar a los medios de comunicación a los llama “maiceados’’ (sobornados).
Con todos los pros y contras, la calificadora de deuda Standard & Poor’s informó en días pasados que México continuará con su perspectiva de estabilidad aún cuando AMLO llegue el poder.
Y éste, de entrada, prometió a los empresarios mantener la política macroeconómica y la independencia del Banco de México.
Un factor en contra del político de Morena, observó el analista Guillermo Valdés, socio de la encuestadora GEA, es que ya no tiene el monopolio de los inconformes.
“Los que desaprueban a [el presidente Enrique] Peña Nieto están dividiendo su voto”, dice el analista.