Republicanos dan luz verde a polémico plan tributario
En lo que los republicanos vendieron como la mayor reforma fiscal en tres décadas, la Cámara de Representantes dio ayer una importante victoria legislativa a la Casa Blanca al aprobar un masivo plan de recortes de impuestos por $1,5 billones, pese a que no contó con el apoyo de los demócratas ni tiene el respaldo de la opinión pública.
La medida, aprobada con 227 votos a favor y 203 en contra, fue enviada de inmediato al Senado, donde anoche iba a ser sometida a voto.
Pero la medida sufrió una traba de último minuto, después de que el parlamentario del Senado determinara que ciertas cláusulas del plan violan los reglamentos de la legislación. Una vez que el Senado apruebe el plan, éste regresará al pleno de la Cámara Baja para su votación definitiva hoy.
Sólo 12 republicanos de la Cámara Baja, casi todos de California, Nueva York y Nueva Jersey, se sumaron a la columna de demócratas que, de forma unánime, votaron en contra del plan.
Si se aprueba en el Senado, como estaba previsto, el Congreso le daría al presidente Donald Trump su primera victoria legislativa significativa este año como “obsequio navideño”.
Ansioso de un gran triunfo legislativo en su primer año de mandato, tras varias derrotas y controversias políticas, Trump felicitó a los republicanos desde su cuenta en Twitter, y, según su portavoz, Sarah Sanders, prevé firmar la legislación tan pronto como mañana en una ceremonia especial en la Casa Blanca.
Durante su acostumbrada rueda de prensa, Sanders evadió preguntas sobre los beneficios financieros que obtendrá Trump del plan, o por qué, pese a los logros que destaca la Casa Blanca, su popularidad sigue en declive.
La reforma es un plan de ensueño que venían elaborando desde hace años los principales líderes republicanos del Congreso, Paul Ryan y Mitch McConnell, y que ahora harán realidad con un aliado en la Casa Blanca.
Ryan y el resto del liderazgo republicano aseguran que el plan incentivará la creación de empleos, fortalecerá el crecimiento económico, y abultará los salarios de los contribuyentes.
La mayoría de las encuestas, sin embargo, pinta una realidad distinta: buena parte de los estadounidenses se opone al plan, y los demócratas han dejado en claro que lo usarán como arma política en los comicios de 2018 para recuperar el control del Congreso.
Principales elementos
Entre sus principales elementos, el plan fiscal reforma el código tributario; recorta la tasa impositiva para las corporaciones del 35% al 21%; recorta impuestos para individuos; duplica la deducción estándar; elimina las exenciones personales, y elimina la exigencia de comprar seguro médico que establece “Obamacare”. También limite las deducciones de impuestos locales y estatales, y hace permanentes la mayoría de los recortes de impuestos para las grandes corporaciones, pero los deja vencer para las familias a finales de 2025. Para el 80% de los individuos, el recorte promedio sería de $2,100, pero el monto depende del rango salarial, según un análisis del “Tax Policy Center”.
Además, elimina el Crédito Tributario por Hijos (CTC) para alrededor de un millón de menores que carecen de un número de Seguro Social, aún si sus padres declaran impuestos con un Número Individual de Identificación de Impuestos (ITIN, en inglés). fiscal, niega que su voto fue “comprado” o que haya cambiado de idea porque el plan final beneficiará a legisladores que, como él, son dueños de propiedades.
El legislador republicano por Florida, Mario Díaz-Balart, explicó que votó a favor del plan porque, a su juicio, una familia promedio de cuatro miembros tendrá un ahorro de más de $2,000, que llega en un momento oportuno para ayudar a muchos residentes afectados por los huracanes en su estado.
“La reforma fiscal va a incentivar la economía, lo que permitirá que la gente conserve sus empleos, incrementará los salarios, y creará más oportunidades en el mercado laboral”, afirmó.l