El Diario

REGALO NAVIDEÑO PARA LOS RICOS

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La reforma impositiva fue aprobada con una urgencia irresponsa­ble. Como un engaño imprescind­ible para salvar las apariencia­s, como una apuesta desesperad­a para revertir lo que parecía un año malo para que ahora ayude a ganar una elección en 2018.

Para eso fue necesaria realizarla a puertas cerradas, sin audiencias públicas, con los votos favorables de legislador­es que no leyeron la ley y con errores parlamenta­rios.

Hay errores y problemas más serios que están surgiendo, como para que los republican­os ya hablen de la necesidad de otra ley impositiva. Hay trucos y lagunas legales para eludir impuestos que se van descubrien­do en los detalles menos conocidos.

Lo más importante tanto para la administra­ción Trump como para el Congreso era cumplir con la añorada meta conservado­ra. Un reducción drástica y permanente en los impuestos al sector empresaria­l y ayudar a que la gente con los ingresos más elevados puedan pagar menos.

Se da una prioridad al dinero como ganancia de capital

Reforma fiscal

que al de un sueldo. Amplía la posibilida­d de que los más adinerados puedan acogerse a trucos para pagar impuestos personales como si fueran empresas.

La justificac­ión es crecer la economía, permitiend­o que las grandes empresas tengan más dinero para invertir y crear empleos. Hoy el nivel de liquidez y de ganancias es récord, si no se invierte no es por falta de fondos.

Los asalariado­s son los que no tienen dinero. Los sueldos perdieron poder adquisitiv­o. Para ellos el recorte impositivo es temporal, se reduce a medida que pasan los años hasta ser para muchos de ellos un aumento de impuestos.

El interés republican­os es que la reducción individual más alta sea en 2018 para usarla en las elecciones legislativ­as. Ellos esperan que en el futuro otro Congreso extienda las reduccione­s. Dicen que ahora no se puede hacer como con las ganancias empresaria­les porque es muy caro.

La meta es grabar a fuego en el código impositivo la fallida teoría de que reduciendo impuestos a las empresas, y a los más adinerados, se genera una bonanza económica.

Se necesitaro­n tres aumentos de impuestos para equilibrar el déficit fiscal de la reforma de Ronald Reagan. A partir de ahí inició la enorme brecha económica que hoy dará otro salto con la nueva ley.

La reforma es una gigantesca transferen­cia de riqueza.

Comienza con los recortes de impuestos para los más pudientes, causando un déficit que se cubre luego con recortes a Medicare, Medicaid y el Seguro Social.

La estafa de asegurar que esta es un reforma para ayudar a la clase media, se multiplica cuando en la ley se sabotea la cobertura médica del Obamacare. Lo que no se

ladrones.. pudo hacer abiertamen­te se realiza a escondidas.

Como los

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